¿Cómo andamos por casa?

Crítica de Santiago García - Leer Cine

Una madre insatisfecha y ambiciosa (Amparo Noguera), un padre ingenuo y torpe (Boris Quercia), una hija tramposa y mentirosa, un hijo que sufre bullying y está a punto de explotar. Esta es la familia Ahumada, ellos quieren ser felices a toda costa y no les importa sacrificar a otros en el camino. Sólo que la felicidad, no siempre está donde uno la busca. El sueño de que la hija compita en natación en Japón los empuja a conseguir dinero de manera urgente. ¿Podrán conseguirlo?

Esta comedia chilena dirigida y protagonizada por Boris Quercia tiene un cuarteto protagónico disfuncional pero poco carismático. A medida que avanza la trama los personajes se van hundiendo cada vez más y despliegan sus miserias, su corrupción, y su egoísmo de forma creciente. Esta mirada contra las miserias humanas tiene poco espíritu crítico y es más bien una apología comprensiva de esas conductas. Pero antes que eso ocurre algo más grave: la película no es graciosa, no tiene muchos chistes, el timing es nulo y estas formas de cine comercial chileno muestran que hacen tan mal cine como en cualquier otros país. Cine sin identidad ni entretenimiento.