¿Cómo andamos por casa?

Crítica de Leopoldo León Cancino - Metafilmika

Comedia fallida y simple
Mediante recursos simples del cine y la tv de comedia, “¿Como andamos por casa?” (2018), expone a una familia disfuncional y sus conflictos que poco a poco desembocan en una trama que oscila entre lo correcto y lo mediocre.
La historia de una madre insatisfecha, un padre torpe, un hijo que sufre bullying y una hija mentirosa. Esta familia busca la forma de costear un viaje para la hija mayor con el fin de competir en natación. En el proceso de la búsqueda del dinero, la familia se expondrá a situaciones que evidencian sus verdaderos problemas.
La película chilena dirigida, escrita y protagonizada por Boris Quercia tiene estándares técnicos y estéticos buenos, algo que hace llevadero el desarrollo de una comedia con poco esfuerzo. La trama comienza de forma entretenida, ya que exhibe a una familia burguesa a enfrentar un esfuerzo financiero, en este proceso se exponen varias situaciones cómicas de los problemas burgueses. Sin embargo, la trama pronto se desvía hacia el desarrollo emocional de personajes que son poco o nada queribles. El mayor error del film es que pretende que empaticemos con personajes que no tienen ninguna intención en mejorar.
La dirección genera escasos momentos realmente cómicos, aunque estos momentos son efectivos, la gran mayoría del tiempo las situaciones conducen a una indiferencia. Con esta combinación entre melodrama y comedia, la película tiene un desarrollo confuso ya que no se define de manera efectiva.
"Aun así, es una película con varias posibles interpretaciones, ya que dependerá de la mirada ideológica y ética del espectador. Sus aspectos técnicos hacen llevadera una comedia que roza lo mediocre, pero que no se podría catalogar como mala."