Coco

Crítica de Matías Lértora - Cines Argentinos

Pixar nos trae otra maravillosa experiencia cinematográfica para disfrutar y también para sufrir.
Y quiero dejar bien en claro eso de entrada: Coco te hace llorar y mucho.
No con golpes bajos, pero al ser una película que se trata sobre la muerte de familiares y presentado en un contexto de cariño, es imposible no levar la historia a uno mismo y las experiencias (recuerdos) personales. Por ello te desarmás.
Asimismo, también hay que decir que posee un mensaje muy esperanzador y hasta didáctico para los más chicos. Una manera de naturalizar a la muerte. Así me lo comentó Sir Chandler, que vio el film con sus hijas.
Otro tema que se venía diciendo de este retrasadísimo estreno (que acaba de ganar el Globo de Oro a mejor película animada) era su parecido con el film El libro de la vida (2014), y si bien hay paralelismos fáciles de trazar por el Día de los muertos, la historia y composición de personajes, van por otro lado.
Coco aborda la tradición mexicana desde un punto muy sincero y con mucho sentimiento. Vi la película en su idioma original y me chocó bastante, creo que por primera vez deseé ver un film doblado.
Esto debido a la gran identidad que pose y que choca mucho con el inglés.
El estudio Pixar hace buen uso (y alarde) de todas sus técnicas, que ya no puede superar. Han llegado a una meseta de maravillas en las cuales se han estancado. No es una queja, solo una observación de que nos tienen acostumbrados a lo mejor en deleite visual, y la costumbre no es buena a largo plazo…
Los directores Lee Unkrich y Adrian Molina, de este último su ópera prima, componen un mundo fantástico al compás de la música magistralmente utilizada.
Y como si fuera poco hay algunos puntos de giro en el guión que logran sorprender, pero contrarrestados por algunos obvios.
En definitiva, Coco es un film maravilloso. Una animación que solo Pixar puede brindar. Pero estén advertidos que van a llorar mucho…