C'mon c'mon: Siempre adelante

Crítica de Jorge Bernárdez - Subjetiva

Mezcla de documental y ficción intimista C´mon, Cmon, siempre adelante es una singular propuesta de Mike Mills con un Joaquin Phoenix en un registro varios cambios más abajo que en Guasón, para empezar. Johnny (Phoenix) es un periodista y productor que se encuentra desarrollando un documental sobre lo que los adolescentes esperan del futuro de su país y del mundo en general. Los momentos de estos reportajes cuentan con la particularidad de ser reales, es decir que el mismísimo actor hizo esas entrevistas producidas en distintas ciudades de los Estados Unidos. Johnny entonces va de aquí para allá entrevistando hasta que un llamado interrumpe su rutina laboral, su hermana Viv (Gaby Hoffman) necesita que su hermano cuide de su pequeño hijo por un viaje que tiene que hacer. No es que sean una familia muy unida que digamos, por unos flashbaks intensos el espectador se entera que ambos hermanos tuvieron que ocuparse de su madre en una fase terminal de demencia senil y esa parece haber sido la última vez que se vieron.

Quiere decir que el periodista acostumbrado a ir por el mundo solo, de repente tiene que ocuparse por unos días de Jesse (Woody Norman) su sobrino. La relación entre ambos no es fluida, de hecho el niño con sus cuestionamientos, movimiento constante y sus preguntas sobre el pasado y los interrogantes sobre por qué no se ven tanto, llegan a poner al frío periodista al límite de la paciencia. De a poco va quedando claro que los dos hermanos en el pasado vivieron situaciones que no fueron particularmente agradables. Johnny acepta el encargo por unos días y lo que iba a ser un encuentro corto se alarga en el tiempo y el tío y el sobrino terminarán viajando a distintas ciudades, mientras la madre del chico se encarga del tema que la ocupa.

El viaje de la mujer es para atender a su marido con problemas psiquiátricos que ha tenido un bajón en su tratamiento. El clima de la película, a pesar de lo fuerte que parece así contado, no es para nada sórdido y lo que logran Phoenix y Norman es de gran interés. Filmada en blanco y negro y sostenida en su tono bajo, la película de Mills logra sortear las variables fáciles y se mete en el tema de la paternidad y las relaciones de familia evitando el facilismo y el golpe bajo. No es una apuesta segura y pone al espectador a prueba al sostener el relato unido entre la historia familiar y los reportajes a gente real que dejan sus ideas sobre el futuro. Para los que extrañan el cine adulto y sin CGI, el filme es una buena oportunidad para saber si queda espacio en las pantallas para propuestas de tono más mesurado y sensible.

C’MON C’MON: SIEMPRE ADELANTE
C’mon C’mon. Estados Unidos, 2021.
Guion y dirección: Mike Mills. Intérpretes: Joaquin Phoenix, Gaby Hoffmann, Woody Norman, Scoot McNairy, Molly Webster, Jaboukie Young-White, Deborah Strang y Sunni Patterson. Fotografía: Robbie Ryan. Edición: Jennifer Vecchiarello. Música: Bryce y Arron Dessner. Distribuidora: Diamond Films. Duración: 109 minutos. Apta para mayores de 13 años.