C'mon c'mon: Siempre adelante

Crítica de Hugo Zapata - Cines Argentinos

C´Mon C´ Mon es un gran cliché cinematográfico que consigue ser llevadero gracias a una cuidada realización y la presencia de Joaquin Phoenix.

Si sos fan del actor en esta producción lo vas a disfrutar en una curiosa rareza donde compone al tipo más normal de su filmografía. Tiene sentido que escogiera este proyecto luego de interpretar un rol complejo como el Joker que demandaba un enorme desgaste emocional.

En esta producción se relajó con el rol de un periodista afable que produce un programa de radio y se dedica a entrevistar adolescentes a lo largo de los Estados Unidos. A raíz de una crisis personal que enfrenta su hermana el reportero debe hacerse cargo de su sobrino de nueve años, cuya relación se vuelve más estrecha a través de una larga travesía que emprenden de Oakland a Nueva York.

El viaje como catalizador de la exploración de la condición humana y las dinámicas de la relaciones representa uno de los clásicos caballitos de batalla del cine independiente y en esta cuestión reside la mayor debilidad del film.

El director Mike Mills (responsable de 20th Century Women) no aporta nada nuevo e interesante que no se haya visto en centenares de producciones similares de diversas partes del mundo. Más allá de algunas virtudes técnicas, como la calidad de la fotografía en blanco y negro su labor se siente como un refrito de películas que vimos en el pasado, donde no falta el inevitable momento "siempre recordamos a Terrence Malick".

De un modo similar a lo que hizo Chloe Zhao en Nomadland la trillada dirección de Mills abraza también la veta documental durante los fragmentos que el protagonista entrevista a un grupo de adolescentes. Los testimonios de los chicos no son monólogos de ficción sino que comparten sus visiones reales del futuro y los temas que los inquietan.

El vínculo que establece Phoenix con el personaje del sobrino es simpático y se desarrolla dentro del universo del drama indi donde todo tiende a ser relevante y profundo. Gabby Hoffman, la recordada hija de Kevin Costner en El campo de los sueños, aporta algunos buenos momentos con lo más cercano a una trama argumental que se puede registar en esta película.

El resto es un collage de fragmentos de la vida cotidiana y las tribulaciones humanas con las que lidian los dos protagonistas a lo largo del viaje. Probablemente para Phoenix esto fue un recreo ameno antes de concentrarse en la composición de Napoleón Bonaparte en la biografía que actualmente filma Ridley Scott.

C´Mon C´Mon no es para nada una mala película pero volvés a repasar Una historia sencilla, de David Lynch, con el viejito que cruzaba los Estados Unidos en tractor para ver a su hermano, y la pasás mejor aunque conozcas el argumento de memoria.