Cloud Atlas: La red invisible

Crítica de Federico Cobreros - Alta Peli

Los hermanos Wachowski vuelven a dirigir luego de cierto letargo y lo hacen en colaboración con Tom Tykwer. Y ya está, eso es todo lo que hay que decir, ya que la mayoría de la gente o los odia o los ama sin siquiera ver el producto. Tampoco le importa a la gente que hayan filmado la película bisagra del siglo, (no del año, no de la década, DEL SIGLO.) No, Los Wachowski son prejuzgados siempre, para bien o para mal. Por eso, vamos a hablar un poco de Cloud Atlas, casi olvidándonos quien la dirigió. Casi.

LA SUTILEZA DE LO OBVIO

Como la mayoría de la gente sabe, Cloud Atlas es una película “coral”. (Cada vez que digo esto recuerdo cuando nuestras maestras decían allá lejos y hace mas de 25 años, que la argentina era un “crisol de razas”, que frase de cuarta!). Bueno la película “Coral”, por lo general, si no es llevada adelante con pericia, también suele ser de cuarta. Se me viene a la cabeza 360 por reciente nomas, la cual si bien no es mala, tampoco brilla con luz propia.
Las historias en Cloud Atlas están contadas a través de varios años, arrancando en el 1849 y terminando más adelante en el 2321. Todos los personajes estarán unidos por la “red invisible” que la horrible traducción propone, a veces sutilmente, a veces de manera más obvia y hasta cursi. Sin embargo, hay un acierto sobre esto, y es el de no incluir ningún tipo de flashback con todas las escenitas juntas para que a uno le caigan todas las fichas (o sea, a lo Shyalaman), sino que es uno el que va hilando como todos los personajes están conectados. No es malo del todo, pero a veces se siente como dije antes, hasta un poco cursi o tirado de los pelos, casi como: “Oh, dios mío, Anakin Skywalker construyó a C3po, es decir, Darth Vader construyo a C3po!”. Están avisados.

EJERCICIO ACTORAL

Así creo que se debe haber sentido actuar en esta película, ya que es el punto más alto e interesante de la película, cada actor representa en cada línea temporal, diferentes personajes. No solo en nombre, si no en etnia y edad. Por ejemplo Halle Berry compone una rubia de ojos verdes y el gran Hugo Weaving una especia de enfermera Ratchet imperdible. Realmente este es un punto alto e interesante, ya que se ve que si bien algunos actores fueron exigidos más que otros, al menos fueron sacados de sus zonas de confort. Ver a Tom Hanks componer un personaje malvado o bestia y medio alcornoque, no es algo que se vea todos los días.
Es vedad, a veces el maquillaje tira para atrás, pero es porque sabemos quiénes son, me sigue pareciendo una excelente idea, y que añade muchísimo al concepto del Atlas de las Nubes.

TRAMAS

Las historias son completamente diferentes, con diferentes tipos de tensiones, procesos y resoluciones. Si bien son todas medianamente buenas, para mí la que resalta es “The Ghastly Ordeal of Timothy Cavendish”, que es la que transcurre en el 2012. Como era de esperarse todas las historias van concluyendo hacia el final de la película, es decir, no están en orden, si no que están mezcladas, algo que puede confundir y mucho a alguien medio distraído, ya que ciertos nombres claves se repiten en todas las historias, pero significan cosas diferentes. A no pestañar.

CON LO VISUAL NO ALCANZA

Al hablar de los Wachowskis sabemos que el apartado visual va a tener una parte predominante, y es cierto, todos los mundos de todas las historias son visiblemente diferentes y disimiles, a pesar de conservar ciertas cosas en común. Y eso es todo un desafío, son mundos con personalidad y son representados de manera magistral, otro punto alto de la peli.
Sin embargo, a la peli le falta algo. Se queda corta. Y es difícil de explicar donde, veamos: Guiones, bien. Actuaciones, muy bien. Foto, excelente. Ejecución, bien.
Entonces, ¿donde falla? Y la respuesta como siempre es bastante sencilla. En el alma. Le falta alma. Le falta ese no es que, que se yo, que hace que una película buena sea excelente. Las historias terminan bien, pero les falta cierto nivel de “epicidad” que una historia de este tamaño requiere. Le falta un plus. LE falta, le falta, le falta.
Se queda corta a metros de la línea de llegada, y llega con el envión. La película termina porque empezó, nada más. Realmente una pena que no tenga ese chispazo que es tan importante para que sea recordada y enteramente disfrutada.

TAMPOCO PARA TANTO

Pero, como dije en el primer párrafo, como los Wachowskis levantan siempre discordia, a la peli la andan matando por ahí, y no es para tanto. Como dije es una buena película, y por momentos muy buena, pero no llega a ser excelente.
Igualmente les recuerdo, que una buena película es SIEMPRE mejor que una regular o mala. No se olviden de esa cuentita matemática tan simple, ya que muchas veces nos comemos bodriazos espantosos, y por ver que tal “Tanque” no es un 10 no la vemos. Pero si el tanque es un 7, seguramente va a ser mejor que el bodriazo que vimos. Tengan eso siempre en cuenta.

CONCLUSIÓN

Cloud Atlas no propone nada nuevo, ni marca una época. Sin embargo a fuerza de buenas historias, un buen trio director, y un conjunto actoral que rema la película como medallistas olímpicos, hacen que Cloud Atlas sea una buena película. Y hasta ahí. El conjunto no es malo, es completamente disfrutable, pero como les dije, le falta ese chispazo extra, ese “algo”. Y se nota, mucho. Mi recomendación es que se olviden de quien la dirigió, y la vean sin prejuicios ni expectativas, quizás de esa manera puedan sorprenderse. No se engañen, Cloud Atlas es una buena película y queda allí. Pero después de todo, ¿no es por eso que vamos al cine? ¿A ver buenas películas? Cloud Atlas lo es.