Cirquera

Crítica de Paraná Sendrós - Ámbito Financiero

Cálidas memorias de una “cirquera”

Es probable que el espectador medio cuarentón salga del cine evocando sus propios recuerdos de niño fascinado por algún circo. Pero acá en pantalla, quienes recuerdan con igual cariño no estuvieron sentados en las gradas, sino en el centro de la pista, los que se lucían, recibían los aplausos, y al otro día barrían la pista o iban a la escuela.

En efecto, uno de ellos repasa sus cuadernos y se admira: dos días en la escuela de un pueblo, dos en la del siguiente, y así fue haciendo la primaria por los caminos. La casa era un carromato, el álbum de fotos lo muestra sentadito muy tranquilo entre los leones, a la noche los tíos le hacían vivir la emoción de hamacarse a cinco metros del suelo. Ese es el hermano mayor de la conductora de esta historia.

Todo empezó cuando ella, Diana Rutkus, se puso a hacer memoria. Su temprana infancia no fue como la de otras niñas. No cualquiera tiene un padre domador y baterista, una madre equilibrista y trapecista, ni creció en el circo Rivero, derivado del histórico Flor América. Hasta que en 1969 los mayores decidieron vender la carpa y hacerse sedentarios, no por gusto ni cansancio sino por razones económicas.

Admirable, muy simpática, la madre que todavía se cuelga de la barra y saluda a cámara, y muy lindo el reencuentro con "la casa natal" arrumbada en el fondo de la casita de material, en un rincón de Los Plátanos, todo vergel donde cantan las aves y otros viejos cirqueros se acercan con anécdotas y sonrisas.

Así, juguetona y evocativa, es esta película, que también da espacio a un circo actual, con una familia (en especial una estrella adolescente) que hoy está viviendo lo que aquellos vivieron. Pero esto es solo una parte.

Antes hubo diez años de búsqueda y recopilación de fotos, afiches, programas, ropas, rollitos de Super8, visitas a viejos artistas, incluso una exposición de ese material en Berazategui, San Miguel y Buenos Aires en el 2009, el blog Familias de Circo, y el respaldo de la gran especialista Beatriz Seibel.

Ahora, codirigida por el documentalista Andrés Habegger, "Cirquera" culmina la historia. Que empezó en tiempos de la Confederación, 1860, cuando el tatarabuelo levantó la carpa del Flor América en estas pampas. No cualquiera.