Cirque du Soleil: Mundos lejanos

Crítica de Beatriz Iacoviello - El rincón del cinéfilo

El fantástico mundo del Cirque du Soleil
en maravillosa versión fílmica 3D

Si no es posible acceder al espectáculo en vivo del “Cirque du Soleil” por el costo de sus entradas, con “Mundos lejanos 3D” se tiene la oportunidad de disfrutarlo a través de una maravillosa versión cinematográfica, que resume en noventa y un minutos un exquisito planteo intelectual trasladado a una multiplicidad de acciones estéticas y físicas que transmutan los sentidos.
El arte del circo es una tradición que sigue desafiando el paso del tiempo y la propuesta del Solei se inicia con un homenaje a ese antiquísimo modo de diversión. La antigua carpa de los circos ambulantes se despliega con su sordidez y nostalgia, en ella desfilan los payasos llamados Arturos, reflejo de tristeza, los clowns, los zanahorias que entretienen entre número y número, mientras acomodan la pista para los domadores y la acrobacia que era lo más distintivo de ese territorio circense. Y es a través de ella que se accede a los más complicados artilugios de un circo vanguardista como el Solei.
El circo continúa siendo popular aunque se haya sofisticado como el “Cirque du Soleil”, que en cierto modo copió y desplazó al Ruso o al Chino (más tradicionales) con sus espectáculos en los que combina acrobacias con inventiva e imaginación artística. El “Cirque du Soleil” ha tomado una serie de temas en los últimos años que han transcurrido entre la mitología griega, romana y oriental, pasando por tributos al animé o varios artistas del mundo POP como Michael Jackson, Elvis, Los Beatles, sin olvidar la estética de Andy Warhol o Dalí.
La línea narrativa del filme es básica, son las peripecias por la que atraviesan dos enamorados Mia (Erica Linz) y el Volatinero (Igor Zaripov) que tratan de encontrarse para consumar su amor. Para conseguirlo se internan en múltiples mundos y cada uno de ellos tiene una historia propia que ofrece un obstáculo distinto a la trama principal. La protagonista cae detrás de su amado en un socavón de arena que los absorbe y los traslada a otra dimensión. Mia perdida en esos mundos lejanos descubre que no es fácil encontrar lo que se busca.
La propuesta del realizador neozelandés Andrew Adamson (“Shrek” -2001 “Shrek” 2 -2004, “Las crónicas de Narnia: el león, la bruja y el armario” -2005, “Las crónicas de Narnia: el príncipe Caspian” -2008) es una especie de collage de varios espectáculos del “Cirque du Soleil: Mystère” (1993), espectáculo concebido en la exploración de los orígenes de la vida en nuestro universo; los temas que lo integran son un conglomerado de numerosas mitologías provenientes de diferentes culturas; “Alegría” (1994), espectáculo triste, intenso y realmente rudo, y cuyo significado es que la vida continúa; “Quidam” (1996), ideado a partir de elementos artísticos surrealistas, los personajes pasan a ser las manifestaciones de los sueños fantásticos de la protagonista; “Dralion” (1999), denominación que se origina de la combinación de las palabras «dragón» (que representa Oriente) y el «león» (que hace referencia al mundo occidental), está compuesto por doce actos, entre los que se incluyen números de ballet, acrobacias sobre el trapecio, malabarismos y saltos de trampolín. Además, en él se hace alusión a los clásicos cuatro elementos griegos: el agua, el aire, el fuego y la tierra; “Zumanity” (2003) es una exploración imponente de las fuerzas ocultas detrás del deseo, y una celebración de la diversidad humana. Es sensual y sexual. Esta demostración despertará los impulsos de los individuos y los transformará, por medio de lo erótico, en cuerpos hermosos de diferentes formas y tamaños. En KÂ llama la atención la tecnología que es usada para los diferentes números: lo principal es una plataforma de varios metros de largo que aparentemente tiene la forma de un barco y que se mueve de distintas formas (girando, vertical, horizontal, inclinada) para llevar a cabo una batalla. “Varekai” (2002), significa «en cualquier lugar» en lengua romaní, la lengua de los eternos nómadas. Varekai es un homenaje al espíritu nómada, al alma y al arte de la tradición del circo así como a la infinita pasión de los que buscan el camino que lleva a ese lugar que está en ninguna parte, pero sí dentro de nuestro espíritu. Este filme fue modelado a partir de elementos mitológicos, al igual que las producciones de la compañía. La trama de la película trata específicamente sobre el mito griego de Ícaro y Prometeo, ambos ligados al fuego.
Por lo tanto si el espectador no vio ninguna de esas propuestas puede acceder a ellas a través de “Mundos lejanos 3D” y disfrutar de la belleza y sofisticación que envuelve al público desde el comienzo. Todos los aspectos artísticos de la producción son deslumbrantes desde que se ingresa con Mia a la carpa del primer circo para continuar con ella por otras tiendas que dan cuenta de la futilidad del tiempo en medio de un desierto o planeta lejano en el cual los acróbatas, bailarines, gimnastas, contorsionistas, malabaristas reflejan la levedad de la ingravidez. Se viajará también al fondo del mar invadido de medusas y animales marinos muy extraños. Luego se irá al Olimpo para asistir a una guerra de dioses sobre una plataforma móvil que es una increíble obra de ingeniería. Minutos después se accederá a un Paraíso en que la serpiente tratará de tentar a los dos enamorados con su gigantesca y sinuosa voluptuosidad.
En los diferentes escenarios se ha conquistado el espacio y el espectador siente que la armonía lo envuelve con tanta solidez que olvida el hilo que los sostiene. Una especie de libertad de símbolos se encuentran en ella y cada individuo puede encerrar allí sus impresiones, que se ajustan al igual que el espectáculo a un mecanismo de perfecta relojería suiza.
Este viaje que podría muy bien tener una cierta reminiscencia de la Divina Comedia, que traslada en una mujer la figura de Dante, es a la vez una expedición a lo real maravilloso que conlleva la fuerza del ensueño y que permite participar en el devenir ardiente de la actividad creadora.
Pero más allá de las elucubraciones intelectuales que podemos extraer de “Cirque du Soleil: Mundos lejanos 3D”, el espectador que no tenga ese conocimiento siente que se encuentra bajo esa carpa de circo vibrando con toda intensidad en la conmovedora pluralidad de lo simple, a pesar del complejo mecanismo que la envuelve.