Cine de pueblo, una historia itinerante

Crítica de Marcelo Cafferata - Lúdico y memorioso

Presentada en la sección Panorama del 17º BAFICI –allá por 2015 y filmada en 2009-, llega a partir de este lunes 17/08 disponible en forma gratuita en la plataforma www.cine.ar/play, “CINE DE PUEBLO, una historia itinerante”, el documental donde Sebastián Hermida homenajea la figura de José Martínez Suarez, quien ha sido su maestro y con el que lo ha unido un vínculo más allá de la docencia, forjando incluso una gran amistad.

Con “sólo” seis largometrajes en su haber (“El crack” “Dar la cara” “Viaje de una noche de verano” “Los Chantas” “Los muchachos de antes no usaban arsénico” y “Noches sin lunas ni soles”), Martínez Suarez no solamente se convirtió en uno de los directores icónicos dentro del cine nacional contemporáneo sino que además fue trazando un importante camino dentro de la docencia que lo ha posicionado como uno de los más importantes maestros de directores de su generación. No hubo ninguno de los puestos de la industria que “Josecito” no hubiese conocido: fue extra, técnico, asistente de director, guionista hasta llegar a ser el responsable del Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, uno de los festivales de cine más importantes de América latina.

Su carrera se fue forjando bajo las órdenes de los directores más prestigiosos de ese periodo de oro del cine nacional como Carlos Hugo Christensen, Leopoldo Torre Nilsson, Lucas Demare y Daniel Tinayre e incluso, con sólo ver por ejemplo el elenco de su filme “Dar la Cara” no hay dudas que sus películas han sido tanto un semillero de estrellas –allí vemos a los jóvenes Leonardo Favio, Guillermo Bredeston, Lautaro Murúa, Luis Medina Castro, Dora Baret, Aida Luz y María Vaner- como otros trabajos en los que contó con grandes actores consagrados de la pantalla nacional como Alberto de Mendoza, Luisina Brando, Mecha Ortiz, Narciso Ibáñez Menta, María Concepción César o Ángel Magaña.

El documental de Sebastián Hermida -íntegramente filmado en la localidad de Villa Cañás, Santa Fé, de donde el propio Martínez Suarez es oriundo-, toma como excusa la reapertura de una sala de cine en esa localidad para plantear un itinerario que recorre además los rincones de su niñez y nos conduce hasta la emoción que surge en la inauguración de la ahora renovada sala del cine Dante, con cientos de niños en edad escolar, ávidos de asistir por primera vez a la magia que se genera en el cine, cuando se apagan las luces y comienza la proyección.

Lo acompañarán en ese viaje tres directores, representantes de diferentes generaciones: Mario Sábato (“El poder de las tinieblas” “Tiro al aire”, algunas de la saga de los Súper Agentes y, entre otras, el documental “Ernesto Sábato, mi padre”) Cristian Bernard (“76 89 03” “Germán, últimas viñetas”) y el propio Hermida abriendo un diálogo permanente sobre la aventura de hacer cine, lo que ha significado el cine en su vida (enarbolando más que justificadamente su célebre frase “estoy hecho de cine”) y recorrer además toda su obra con anécdotas de filmación y fragmentos de sus películas.

Pero es interesante el doble diálogo, por un lado entre los directores, y por otro el que Martínez Suarez entabla mediante un reportaje que le hacen los alumnos que van a ver esa función tan especial (aunque nos quede la sensación en algunos momentos que los chicos no tienen idea frente a quién están, al no ser una figura popularmente conocida) construyendo ese puente intergeneracional que es, al mismo tiempo, un legado para las nuevas generaciones que quieran tomar sus consejos, su visión, su concepción del arte cinematográfico y su pasión por las películas.

Hermida lo acompaña amorosamente con su cámara y registra cada uno de esos reencuentros que surgen ante la vuelta al pueblo natal: sus amigos y las diferentes formas de describirlo, las historias de su adolescencia y de juventud, los potentes recuerdos de sus padres y los que habitan en cada fotografía en la que se detiene. Jugando con esa idea de un pasado tan diferente a este presente –representado en la estación de tren del pueblo, por ejemplo- y por sobre todas las restantes cuestiones, su particular manera de concebir y hacer cine.

Un documental que inevitablemente dialoga y se vincula con “Soy lo que quise ser” (2019) de Mariana Scarone y Betina Casanova, y lo que en aquel caso era la construcción de un cineasta particular en el testimonio de sus colegas y parte de su familia para algunos pequeños destellos de su retrato más personal, aquí en “CINE DE PUEBLO” la mirada de Hermida agiganta esa personalidad inquieta, luminosa, elegante e intelectual, que se modifica cuando visita con esa mirada de niño sus lugares más entrañables que además deja un invalorable testimonio que es un material único como base, herencia y transmisión para las generaciones venideras.

POR QUE SI:
«Hermida acompaña a José Martínez Suárez amorosamente con su cámara»