Charco. Canciones del Río de la Plata

Crítica de Jorge Bernárdez - Subjetiva

“Charco: Canciones del Río de la Plata”, de Julián Chalde
Por Jorge Bernárdez

Alguna vez el escritor Abelardo Castillo dijo que Buenos aires y Montevideo son una misma ciudad atravesada por un río y bajo esa misma idea Charco es el viaje de Pablo Dacal, un poco en busca de la genealogía de la canción y otro poco por el puro disfrute de juntarse con músicos de los dos lados del río para charlara sobre los que une a este territorio vasto, plano y tristón. El documental además de mostrar una variedad infinita de bares y del territorio de la bohemia, está atravesado por ideas, frases, por historias que unen más allá de los límites geográficos. Y es que tanto los montevideanos como los porteños parecemos tener bien presente a los de la orilla contraria, tanto para compadrear como para unir las poesías y los ritmos.

No es difícil reconocer en la locura de los argentinos Tanguito o de Miguel Abuelo, algo de los uruguayos Eduardo Mateo o de la de Fernando Cabrera. El relato está atravesado todo el tiempo por cruces, ideas y canciones de Buenos aires y de Montevideo pero no solo de la bohemia oficial, porque la cámara lo sigue a Dacal hasta los márgenes de Buenos aires para encontrarse con Pablo Lescano y su cumbia que el músico interpreta porque “Qué otra cosa iba a tocar habiendo crecido donde lo hice”.

Las historias están entrelazadas, no sólo sólo porque el folclore entrecano se parezca a algunas cosas de la campiña oriental, sino porque mientras acá en La perla del Once se comenzaba a gestar lo que después se conoció como rock nacional, en Montevideo los hermano Fattoruso creaban el candombe beat. Las canciones brotan en cada encuentro y así se ve en pantalla a Jorge Serrano con Onda Vaga y Fito Páez toca ¨No soy un extraño” de Charly García, junto a Pablo Dacal también alguien toca un tema de Gilda y una orquesta de tango se atreve a una versión instrumental de “El día que me quieras”, mientas alguien propone una materia en las escuelas que se llame “Luis Alberto Spinetta”. Todo tiene un tono a llanura, a tango, a blues de acá y de paso Dacal y Buscaglia se trenzan en una payada como podría haber imaginado José Hernández entre el personaje de Martín Fierro y algún uruguayo igual de mal trazado.

Charco es un documental financiado por la plataforma de financiamiento colectivo vía Ideame, es decir, que recibió aportes de gente que además de ser productores era público interesado. Dura apenas una hora y cuarto, como para dejar con ganas de más, pero por suerte la banda de sonido está en las redes y en los sistemas donde se pueden comprar temas online.

Se puede ver desde el jueves pasado en el Gaumont, una de las tantas cosas por las que valen los espacios INCAA, en donde se puede disfrutar de esta clase de películas.

CHARCO: CANCIONES DEL RÍO DE LA PLATA
Charco: Canciones del Río de la Plata. Argentina, 2017.
Dirección: Julián Chalde. Guión: Martín Graziano. Participan: Pablo Dacal, Gustavo Santaolalla, Jorge Drexler, Fito Páez, Ana Prada, Hugo Fattoruso, Fernando Cabrera, Sofía Viola, Palo Pandolfo, Miguel Grinberg, Pipo Lernoud, Daniel Melingo, Pedro Aznar. Producción: Andrés Mayo. Distribuidora: Independiente. Duración: 77 minutos.