Chappie

Crítica de Mauro Verdolino - Loco x el Cine

Muchos guionistas de cine o televisión a la hora de crear una historia, piensan en distintas alternativas para la misma. ¿Qué pasaría si metemos un extraterrestre tierno que quiere volver a casa? O como dijo Amando Bo, guionista de Birdman: “Alejandro (Iñárritu) nos dijo que tenía a un hombre levitando en calzoncillos y tenía que luchar contra su ego”. Las historias pueden salir de cualquier lado y Neil Blomkamp (Elysium, Distrito 9) nos lo deja bien en claro con “Chappie”

Dev Patel (Skins) le da vida a Deon Wilson, un científico que creó robots policías, pero es ambicioso, así que decide ir más lejos y luego de mucho intentarlo logra crear “inteligencia artificial”, fascinado por haber creado ésto va a comentarle a su jefa lo qué había hecho “podemos educar a robots, hacerlos pintar, pueden sentir”. Signourney Weaver le da vida Michelle Bradley, una empresaria que se dedica a vender armas y la dueña de todos los robots policías. En la charla con Deon le deja bien en claro que no haga pruebas en ningún robot. Obviamente él no le hace caso y se roba uno que está por ser destruido para probarlo en su casa, pero cuando sale de la empresa es secuestrado por un trío de delincuentes estúpidos que quieren apagar a los robots para hacer un gran robo y creen que él es la solución. Resulta que éstos no se pueden apagar, pero el les ofrece activar el suyo y si les funciona lo tienen que educar. Ahí nace Chappie, un robot con la mentalidad de un bebe que aprende todo mucho más rápido que un niño, pero también tiene sentimientos, curiosidad y la inocencia característica de ésta etapa de nuestras vidas.

Así comienza lo más entretenido de la historia, la educación de éste robot por parte de ladrones, con onda rapera, que lo meten en el mundo de la delincuencia. Chappie conoce el amor en una madre, también ladrona, que se encariña con el “pequeño” y también lo tiene a Deon, que se opone a la educación que le están dando los “malhechores”. Y ésto no es todo, además, actúa Hugh Jackman, un ex-militar, que había creado un robot enorme que podía bajar un avión, pero no sirve porque los que había creado Deon era más baratos y efectivos. Así que él va querer destruir a Deon y a sus creaciones para poder demostrar lo que su robot puede hacer.

Neil Blomkamp logra mostrar una realidad que estéticamente no parece muy lejana, logra poner a Chappie en situaciones límites, mostrando todo lo malo que tiene la sociedad y las pequeñas cosas que se les puede rescatar. Además, gracias a que tenemos un niño robot que quiere aprender y un grupo de ladrones con muy poca inteligencia, Neil puede explicar todo lo que estás viendo sin que quede mal. Sin dudas, lo mejor de la película es Chappie y su entorno, lo peor es Hugh Jackman haciendo de ex-militar-loco. Es casi innecesario en la historia, ya que hay suficiente con los problemas que tiene el robot con su “familia”. La película no aburre, tiene momentos muy graciosos y hace que te asustes por lo cerca que parecen estar los robots de nuestro futuro.