Cenizas del pasado

Crítica de Laura García Lombardi - Proyector Fantasma

Dwight, el amateur

Cenizas del pasado comienza con Dwight, un homeless barbudo que vive en su auto, se baña en el mar y se alimenta con restos de comida de la basura. Lo interesante y acertado de la caracterización inicial es que nos permite intuir que Dwight no siempre ha vivido así, como efectivamente confirmaremos más adelante. Además, este personaje no parece tener grandes conflictos con ese estilo de vida.

Sin embargo, una policía con la que pareciera tener una buena relación le anuncia que han dejado libre a un criminal. Esto desestabilizará a Dwight y lo llevará a tomar medidas extremas en una búsqueda de venganza.

Durante todo el primer acto se le evidencia al espectador que se le está ocultando algo, y se genera un suspenso atrapante; se plantean preguntas que necesitan respuesta. Sabemos que Dwight buscará venganza, pero no es hasta más avanzada la película que entenderemos por qué, y la información se irá revelando progresivamente.

Se destaca en el film la actuación de Macon Blair, que le da una cierta originalidad a un personaje que podría haber sido demasiado estereotipado. Blair logra imprimir con su expresión facial un aire de duda, de “amateur”, de extrañeza, a todo lo que va sucediendo; así, sentimos que cualquiera de nosotros podría terminar en su situación, si nos hubiesen sucedido cosas similares.

El mayor problema del film, sin embargo, es que no logra encontrar formas de renovar el antagonismo: si bien el personaje de Dwight se transforma, siempre se enfrenta a lo mismo. Los personajes con los que entra en conflicto, aunque vayan variando, operan siempre de la misma forma, y quizás es ahí donde el film no logra explotar del todo el potencial dramático de la historia. También queda un poco inexplorada la cuestión de lo que está fuera de los límites de nuestra sociedad, algo que está muy bien ejecutado desde la puesta de cámara y las locaciones alejadas, que eligieron, pero poco utilizado en la narración.

De todas formas el film logra intrigar, entretener y desarrollar un protagonista con matices, con un uso expresivo del color y una puesta de cámara que colabora con el suspense, haciendo de Cenizas del Pasado un film que merece ser visto.