Ceniza Negra

Crítica de Octavio Aprile - Metafilmika

Crecer en las profundidades del Caribe
Con una dinámica muy particular, la ópera prima de Sofía Quirós alienará al espectador con los ritmos de la naturaleza.
Esta no es una película para tomarse a la ligera. Su densidad (en el más amplio sentido de la palabra) requiere de espectadores con buena voluntad y predisposición. Porque los tiempos que maneja y la temática son completamente ajenos a la vorágine que viven día a día las personas que suelen ir al cine o lo consumen en plataformas on demand. Es por ello que, unos de los grandes méritos que tiene Ceniza Negra es que, quién sea capaz de conectarse con ella, lo hará también por analogía y desde un lugar muy remoto con la naturaleza. Tanto el plano literal como en el espiritual.
Ceniza negra (2019) Selva, una chica de un pueblo costero del Caribe, vive en una casa húmeda y rodeada de vegetación. Mientras atraviesa una edad que no comprende, Selva intenta mantener unida a su familia, pero esto se vuelve cada vez más difícil: sus padres desaparecen y su abuelo delira con unas cabras que no existen mientras comienza a dejarse morir. Entre paisajes imaginarios y sombras misteriosas, Selva se cuestiona si debería ayudar a su abuelo a cumplir su deseo, aunque esto le suponga tener que atravesar sola sus últimos momentos de infancia.
Para cumplir con esta tarea, hay varios elementos que se han tenido en cuenta: desde lo sonoro, por ejemplo, al no haber música incidental, -salvo excepciones donde es diegético- el sonido ambiente es el que toma protagonismo e irá introduciéndonos de a poco en clima. Lo mismo sucede con la fotografía, utilizando generalmente una paleta de colores naturales que se funden con el entorno selvático (aunque algunas escenas en exteriores nocturnos están por demás iluminadas artificialmente. Esto genera, intencionalmente o no, un contraste). Y si hablamos del casting, en líneas generales está correcto. Ejemplificando muy bien, a la manera del western, la idea de un espacio que segrega personajes. Pero la que se lleva todos los laureles es Smashleen Gutiérrez interpretando a Selva quién, a su corta edad, logra componer de manera muy natural un personaje bastante complejo; el cuál debe hacer frente a un crecimiento madurativo tanto por hechos externos (situaciones que irá padeciendo) como internos (cambios hormonales en su cuerpo).
"Si bien es una película en la que suceden bastantes cosas, por momentos creo que la trama se deja llevar demasiado por la contemplación, en detrimento de profundizar sobre los personajes. Pero, en resumidas cuentas, Sofìa Quirós irrumpe con una muy interesante visión del cine, lo que genera mucha expectativa con vistas hacia futuros proyectos."