Cazafantasmas

Crítica de Sergio Del Zotto - Visión del cine

Llega Cazafantasmas, reboot de la película de 1984, esta vez con elenco femenino.
Erin Gilbert (Kristen Wiig) ve truncada su emergente carrera de profesora de física en la Universidad de Columbia cuando sale a la luz un libro sobre actividades paranormales que escribió muchos años atrás con su amiga Abby Yates. El destino las vuelve a unir y junto a una científica bastante disparatada, Jill Holtzamann (Kate Mckinnon) y una diletante Patty Tolan (Leslie Jones) formarán el team Cazafantasmas.

Precedida de un sinfín de comentarios negativos que sólo juzgaban una parte por el todo (que nadie había visto), un tráiler no demasiado gracioso fue suficiente para encender la ira de los fanáticos de la versión original que se convirtieron en una ejército de odiadores, casi misóginos de esta nueva versión.

Cazafantasmas no es para nada lo fallida que se pre-anunciaba, se balancea entre la corrección de una comedia apta para todo público salpicada con chistes de la Nueva Comedia Americana y diferentes niveles de humor con guiños para distintas edades. Teniendo en cuenta que la dirección corre por cuenta de Paul Feig, el director de Damas en guerra, Chicas armadas y peligrosas y Spy: una espía despistada, mas el aditamento de Mc Carthy, además de Wii y dos zarpadas de Saturday nigth live: Jones y McKinnon, se esperaba un combo de proporciones gigantescas que quizás no pasaron testeos previos y mucho material quedó en la mesa de edición. Por momentos hay una forzada necesidad de homenajear con cameos y menciones al material de base y eso proporciona un tira y afloje en el fluir de Cazafantasmas, que es básicamente una comedia con elementos de terror con el humor físico de fantasmas de humos de colores que arrojan líquidos viscosos en la cara de la gente. Hay que quedarse hasta el final de la película, ya que los títulos deparan sorpresas, sobre el material que por algún motivo no entró en el film, más el agregado de una puerta entreabierta a una secuela, que dependerá del funcionamiento en la taquilla.

Uno de los puntos más flojos de Cazafantasmas es su villano Rowan (Neil Casey), un tipo que odia a los humanos y quiere abrir un portal a otra dimensión. Es más patético que amenazante y no resulta del todo explicada la motivación y el fin de su conducta más que la de ser un misántropo.

El cuarteto de actrices elegidas cumple más que dignamente su misión, aunque en rigor a la verdad, sobre todo Melissa Mc Carthy aparece demasiado contenida. Kristen Wiig sigue haciendo comedia con esa manera formidable de no perder la compostura y Kate Mckinnon y Leslie Jones aportan lo picante de la cantera de la que han surgido, SNL. Muy divertidos resultan Chris Hemsworth, como un secretario-asistente atractivo y tonto y un reaparecido Andy García, como el alcalde de New York.

Al igual que Star Wars: el despertar de la fuerza, Cazafantasmas dosifica innovación y nostalgia sin efectos colaterales negativos.