Cazafantasmas

Crítica de María Paula Rios - Cinepapaya

Grandes actuaciones, buenos efectos especiales, pero una narrativa demasiado light en la nueva versión de Cazafantasmas

La traducción del nombre de la película es Cazafantasmas , sin el artículo masculino, porque justamente en este reboot del clásico de los años ochenta hay un cambio sustancial: quienes salen a atrapar espectros malignos por New York son mujeres. Y cuatro comediantes excelentes, Melissa McCarthy (Damas en guerra), Kristen Wiig (Zoolander 2), Leslie Jones (Workaholics) y Kate McKinnon (Ted 2), que cada una en su registro, se complementan perfecto.

La historia reúne a este grupo de mujeres, tres de ellas científicas y una que trabaja en el metro, que debido a inminentes apariciones espectrales por distintas partes de la ciudad, y una intensiva investigación previa sobre fenómenos paranormales, deciden salir a cazar fantasmas . En medio de estudios y evidencias ectoplasmáticas, descubren que alguien está ideando un malévolo plan para dominar la ciudad.

Si bien la película rescata el espíritu de los años 80’ de su antecesora, ya que es bastante autorreferencial en cuanto a la estética, la música y el tono de humor, la narración es demasiado chata. Salvo en contadas ocasiones los gags, o diálogos, cómicos son efectivos. Este tono ligero se podía aceptar en la versión original , ya que era un producto novedoso e iba de acuerdo a una época más pop. Pero en el 2016, y con tremendas actrices de protagonistas, la historia requiere mayor exigencia creativa.

Cómo que Paul Feig dejo reposar todas las expectativas en la marca, en el talento de sus chicas, metió unos buenos efectos especiales y voila, la cosa camina sola. Lo que ubica a la película en un lugar digno es tanta hormona femenina dando vuelta. Es la sensibilidad y la destreza de las actrices lo que salvan de la catástrofe a este reboot carente de todo tipo de magnetismo.