Cazafantasmas

Crítica de Ana Manson - Toma 5

Hubo mucho ruido alrededor de la producción de esta película. Por un lado, ya se siente el hastío general hacia las incansables secuelas, remakes, reboots y otras yerbas hollywoodenses, ni que hablar cuando se toca un clásico adorado por generaciones enteras como es el caso de “Ghostbusters” (Cazafantasmas, 1984). Pero por otro lado, con este caso internet mostró la hilacha. Si se perdonaron cosas como “Jurassic World”, no se puede condenar la nueva Ghostbusters. Especialmente no sin haberla visto.

Sin embargo el caso fue emblemático, olas de repudio hacia este refrito desde el momento que se anunció. ¿Por qué tanto alboroto? Porque se cambió el sexo de los protagonistas. Así de ridículo como suena, en Estados Unidos incluso se gestionaron campañas de boicot hacia la película desde meses antes. De ahí el trailer más dislikeado en la historia de YouTube, hasta las calificaciones negativas en IMDB (de gente que NO VIO la película).

Podemos debatir mucho acerca de por qué nos molesta tanto que toquen a nuestros personajes preferidos, pero la realidad es que cuando a esa fibra nostálgica le sumamos ingredientes como el color o sexo del personaje, salen a la luz algunos problemitas que lamentablemente todavía sufre el fandom en general. Cosa que por suerte de a poco está cambiando, y que películas como ésta ayudan a cambiar.

Más allá de si es o no una buena película, no podíamos ignorar todo el circo que se generó alrededor y sus razones de fondo. Sin embargo, el hecho de que haya una película de estas características con cuatro protagonistas femeninas, científicas, badass, graciosas y fuera del estándar hollywoodense de belleza, habla de un gran progreso en la industria y especialmente de una gran fuente de inspiración para las generaciones más jóvenes que tienen la hermosa posibilidad de crecer con estas role models.

Ahora sí, hablemos de la película (sin spoilers, por supuesto).

Con mucha astucia, la nueva “Cazafantasmas” toma los elementos icónicos de las originales para rendirles homenaje, a la vez que va construyendo este nuevo universo en la actualidad. Desde el logo hasta el cuartel general, todo está muy bien resuelto y por lo general desemboca en un gag desopilante. Porque si hay algo que esta nueva “Ghostbusters” tiene de sobra, son risas.

Los chistes se suceden uno tras otro, algunos sutiles e inocentes, otros obvios y reciclados. Pero todos con excelente timing, hasta en las escenas de créditos inclusive. Está todo tan bien pensado, que cuando terminemos de reírnos seguramente nos preguntemos hace cuánto que una comedia no daba tantos y tan buenos momentos como ésta.

Respecto a los tan vapuleados y controversiales personajes, no podrían estar mejor caracterizados. Tal vez el más flojo sea el de Leslie Jones, quien interpreta a Patty, la única no-científica del grupo. Sin embargo, tiene su razón de ser y está bastante bien aprovechada. La mejor interpretación es sin duda alguna la de Kate McKinnon, una ingeniera excéntrica e increíblemente divertida que se encarga de todo el equipo técnico de las nuevas Cazafantasmas. Kristen Wiig y Melissa McCarthy por su parte, llevan todo el peso de la trama en sus hombros y lo hacen con una gracia y química impecables, resultado de años haciendo comedia y mucha experiencia previa trabajando juntas.

Erin Gilbert (Wiig) es una científica prestigiosa que se desempeña en una respetada institución, hasta que los “fantasmas del pasado” aparecen para atormentarla (el link está para que entren a su propio riesgo) y se ve obligada a retomar relación con su amiga de la infancia Abby Yates (McCarthy). Mientras tanto, los verdaderos fantasmas no tardan en aparecer por todo New York y darle bastante que hacer a nuestras heroínas.

Volviendo al reparto, mención especial merece el papel de Chris Hemsworth, quien se luce como comediante en su primer intento y queremos que se quede para siempre en este género. Y la otra mención va para los efectos visuales, que nos brindan unos fantasmas dignos del siglo XXI.

Más allá de la inversión de roles, lo desopilante que resulta ver a hombres interpretando papeles clásicamente femeninos y lo refrescante de ver a cuatro mujeres protagonizando un blockbuster de estas características, hay mucho más de fondo en una segunda lectura. Estas cuatro chicas que no podrían ser más distintas entre sí trabajan juntas y se llevan bien, no compiten entre ellas, si se pelean se reconcilian y mientras hacen todo esto nos descostillan de la risa. ¡La historia de Hollywood se los agradece!

Ojalá este sea sólo el principio de una tradición de papeles que pueden ser interpretados indistintamente por hombres o mujeres. Y para todos los haters que juzgaron esta película sin haberla visto o dejaron algún comentario negativo en YouTube, hay unas lindas e inteligentes referencias a lo largo del film.

La próxima vez que quieras ver un clásico renovado, ¿a quién vas a llamar? Ojalá que a Paul Feig, que con esta película se corona como uno de los mejores directores del género.