Cazadores de sombras: Ciudad de hueso

Crítica de Adolfo C. Martinez - La Nación

La acción de esta versión cinematográfica de las novelas de Cassandra Clare se centra en Clary (buen trabajo de Lily Collins), una muchacha completamente normal que vive en Brooklyn con su madre hasta que, junto a su amigo Simon, ve a un muchacho encapuchado cometer un asesinato en una discoteca sin que nadie parezca percatarse del crimen. Muy pronto, otras visiones comienzan a asombrarla: un raro símbolo en una taza de té, una niña que aparece y desaparece, hasta que duda de su cordura. Como si esto fuese poco, su madre desaparece y así ella comienza a descubrir el mundo de los cazadores de sombras, mitad ángeles y mitad humanos.

Rodeada de demonios, brujos, vampiros, hombres lobo y otros habitantes sobrenaturales del mundo de las sombras, Clary se une a Jace, un joven cazador de sombras para hallar y proteger una antigua copa que dictará el destino de su madre.

El director Harald Zwart supo relatar con pericia esta trama mediante un clima terrorífico y alucinante, y así el film atrapa y seguramente permitirá al público juvenil seguir con apasionado entusiasmo las peripecias de la heroína y de sus amigos. Un elenco de parejos méritos, una buena concepción de efectos visuales y una impecable fotografía apoyaron esta historia que como Crepúsculo , tendrá sus varias continuaciones.