Cato

Crítica de Jeremías Wald Acuña - El Destape

Se estrenó en los cines nacionales Cato, con sendos debuts para Tiago PZK, protagonista, y Peta Rivero y Hornos, director. Sin tratarse de un musical o una película con el objetivo de vender discos, entradas o a un artista, el primer film protagonizado por una de las principales figuras de la escena urbana argentina es una muy buena primera aproximación a la actuación para Tiago PZK.

Claro que no es la primera vez que un artista que está en la cresta de la ola protagoniza una película pero sí destaca la intención y la búsqueda del trapero de 20 años nacido en Monte Grande. Tiago no está solo en su estreno como actor: cuenta con la acertada compañía de un elenco experimentado con nombres como los de Daniel Aráoz, Alberto Ajaka y Magela Zanotta, entre otros.

En este drama, Cato es el encargado de mantener a su pequeña familia compuesta solo por él, su madre (Magela Zanotta) y su hermana (Rocío Hernández). La forma en que lo hace es delinquiendo, a escondidas de su mamá claro. "Si mi vieja se entera, me mata", le dice Cato en un momento a su novia Mica (Azul Fernández). Todo cambiará después de una repentina tragedia en la vida del protagonista, con bullying en redes sociales incluido, que seguirá buscando alcanzar su sueño de triunfar como músico mientras tiene que continuar haciéndose cargo de llevar comida a su casa del conurbano bonaerense.

Pese a no tratarse de un musical, la música es uno de los ejes centrales de este drama con momentos de thriller, por lo que los fanáticos del trapero pueden respirar tranquilos. Si la actuación de Tiago sorprende a propios y extraños, su capacidad para interpretar canciones con una tremenda carga emocional está muy bien representada en Cato. Con Loco como soundtrack oficial -en YouTube está por llegar a las 20 millones de visualizaciones-, el trapero de 20 años vuelve a mostrar por qué es uno de los artistas de la nueva generación que se unió al club de cantantes con millones de reproducciones en plataformas musicales.