Castores. La invasión del fin del mundo

Crítica de Adolfo C. Martinez - La Nación

Delincuentes de dientes prominentes

En 1940 veinte castores canadienses fueron introducidos en la isla de Tierra del Fuego para el desarrollo de la industria peletera. El proyectó no tuvo éxito y los castores, sin depredadores naturales, se expendieron rápidamente por otras islas de la región hasta alcanzar los 150.000 ejemplares, que causaron la destrucción masiva de árboles y especies locales. Los conservacionistas están convencidos de que hay que eliminar esos roedores; otros están convencidos de que la erradicación es imposible y se oponen a su matanza.

Los directores Pablo Chehebar y Nicolás Iacouzzi recorrieron las vastas zonas patagónicas y allí dialogaron con biólogos, defensores de animales, científicos, educadores, expertos en pieles y veterinarios, y así, tras varios años de trabajo, surgió este interesante documental que sigue muy de cerca la trayectoria de esos castores que procuran vivir en las zonas más inhóspitas de esos lugares.

Con una original combinación de imágenes sorprendentes, films de época, cocina, dibujos animados y entrevistas simpáticas y extravagantes, el dúo de realizadores logró plasmar una visión poco común de esta crisis ecológica. Con una gran originalidad en su montaje y en su fotografía, este documental registra la existencia inusual de estos animales muy lejos de sus tierras de origen.