Caso 39

Crítica de Luis María Fittipaldi - RosarioCine

Lugares Comunes

Hay pelis que uno se pregunta realmente porque llegan a las salas, aunque hayan tenido una buena producción (costosa a eso vamos) como este título filmado hace un par de años y que por un tiempo, sus productores no supieron que hacer, es obvio que de no estar Renée Zellweger como protagonista, la historia hubiese sido otra: estreno directo a DVD, cosa que por otro lado ocurrió en su país de origen.

Porque a la trabajadora social que encarna la actriz de Bridget Jones, le sucede que decide un día rescatar de los horrores domésticos que vé, a una niñita de aspecto angelical e inocentón, que de a poco dejará ver la hilacha de un caótico personaje, que bien podría ser comparable al Damian de "The omen" (La profecía), con rasgos similares a otras "enfants" terribles del cine que van desde "La mala semilla" (The bad seed, 1956) a la reciente y muy buena: "La huérfana" (Orphan, 2009), por citar dos antecedentes cinéfilos de peso.
Pero aquí solo hay una manipulación berreta de efectos y situaciones vistas hasta el cansancio, que pasan por los típicos recursos del "psycothriller-tramposo", el que los directores y/o productores imaginan..."y ahora acá, al público le hacemos creer estoo...y cuando aún no terminó de digerirlo...rápidamente le hacemos aparecer una invasión de moscas....o muchas sombras y ruidos de cerraduras...y alguna que otra extraña voz al teléfono...etc...!!".
Y está Renée en los planos sufriendo, llorando, allí está haciendo pucheros, y sus enojos -no se sabe si por el arrepentimiento de haber hecho esta peli o qué-, que rema y rema con destino a ningún sitio, salvo a un final de los denominados "colgados, o pinchados con alfileres", que no resisten ningún peso, y de hecho se caen de una.
Un día de un futuro lejano, en Hollywood se reunirán a tomar el té tres actrices mayores, y recordando sus carreras, tratarán de borrar de su memo, sus metidas de pata en pesados y abominables filmes del género: Juliane Moore en "Misteriosa obsesión" (2004), Hillary Swank por "Prueba de fé" (2007) y René Z. por ésta.