Casi leyendas

Crítica de Martín Chiavarino - A Sala Llena

Recuerdos del rock

Casi Leyendas (2017), el nuevo film del realizador argentino Gabriel Nesci, es una coproducción argentino-española que retoma las mismas obsesiones sobre la música, los sueños olvidados, los amores de juventud y las oportunidades perdidas que también marcaron el relato de su primer opus, Días de Vinilo (2012).

La acción comienza cuando Axel (Santiago Segura), un experto en sistemas con problemas de comunicación y socialización, regresa de Madrid a Buenos Aires cuando descubre, gracias a una señal de su padre convaleciente, un concurso de una radio para conmemorar sus veinticinco años. Ese mismo año, 1992 marca también casualmente el abandono de los sueños musicales de Axel cuando regresó a España para cuidar de su padre.

En Argentina, Axel se reencuentra con sus compañeros de Auto Reverse, la banda de su adolescencia: Javier (Diego Peretti), el bajista, cantante y compositor de letras, y Lucas (Diego Torres) el baterista, que en un principio critican la idea de participar en el concurso y regresar a los ensayos, pero la insistencia del español y los problemas personales de ambos los convencen de sumarse al regreso de la mítica banda que nunca llegó a consagrarse.

Nesci construye así una cálida historia sobre los sueños de la generación amante del rock que tuvo su adolescencia y juventud en los noventa. La ilusión de la banda mítica, la consagración, el club de fans y todo el contexto que emanaba del rock antes de la masificación de internet y el cambio de paradigma empresarial y tecnológico digital son algunos de los temas que aborda Casi Leyendas, un film que utiliza los clichés del rock y la retromanía para crear un ambiente tan nostálgico como actual.

Con gran perspicacia, el realizador coloca en primer plano una cuestión preocupante de la sociedad argentina: el contraste entre la realidad y los sueños en una clase media que se hunde en la apatía, el cinismo y la decepción. Axel se podría considerar un trabajador con un buen pasar, pero su vida personal es patética y quedó suspendida en el momento en que abandonó la banda. Javier es un triste docente de biología sumido en la decadencia del sistema de educación disciplinario, recientemente viudo e incapaz de afrontar la muerte de su esposa y poner orden en su vida. Lucas, a su vez, es un exitoso abogado que no le quiere firmar el divorcio a su esposa, con una vida social signada por el cinismo, despedido de la firma en la que trabaja por defraudación, lo que lo coloca a un paso de la cárcel. En los tres casos, el fracaso musical destruyó sus sueños, dejándolos ante la dura realidad del trabajo profesional en la era del neoliberalismo salvaje y la frustración endémica

Para crear esta historia de sueños recuperados, Casi Leyendas se nutre de un gran elenco que entrega muy buenas interpretaciones, una gran banda sonora con temas clásicos de músicos consagrados y canciones propias de Nesci interpretadas por la banda ficticia Auto Reverse y un agradable y sensible guión con mucha sátira que genera sonrisas tiernas, cómplices y afables a través de divertidos diálogos y guiños para los nostálgicos que buscan recordar su juventud con anhelo y regocijo. Nesci encuentra de esta manera en los sueños perdidos de la juventud argentina uno de los grandes problemas sociales y lo convierte en una comedia tanto para disfrutar como para analizar el realismo capitalista y su paradigma de la relación entre cultura y vida.