Casi leyendas

Crítica de Jessica Johanna - El Espectador Avezado

Con Días de vinilo, Gabriel Nesci demostró que además de la televisión (Todos contra Juan), el cine le sentaba muy bien. En Casi leyendas confirma y reafirma su capacidad para contar historias que emocionan y divierten, al mismo tiempo que se las siente muy cercanas. En Casi leyendas, Nesci repite temáticas: la amistad masculina, la nostalgia, el amor por la música, la dificultad para afrontar la adultez, los sueños postergados y la relación que uno arma con el pasado.
Axel es un español que pasa el día de su cumpleaños solo, no lo reconocen en el lugar de trabajo que mantiene desde hace años, no tiene amigos y su único familiar, su padre, está internado en un asilo donde intenta entablar, a la fuerza, una amistad con el cuidador. Su vida rutinaria no lo conforma pero no siente que tenga que hacer algo para cambiarlo hasta que el pasado golpea a su puerta. De repente, su única salida es la posibilidad de reunirse con la banda de rock que tenía de joven y participar de un concurso que podría volver a ponerlos en escena. Para eso, vuelve a Buenos Aires y decide reunir a sus otros dos compañeros, ya alejados entre sí, con vidas distintas.
Si a Axel no le termina costando tanto, más allá de las primeras negaciones, juntarlos y convencerlos de revivir ese pasado que parecía tan pisado, es porque ninguno de los otros dos se encuentran con una vida armada y resuelta, sino que ambos pasan por momentos difíciles. A Javier (Diego Peretti) se le acaba de morir la mujer y tiene un hijo al que no entiende, quizás porque no lo escucha ni ve demasiado, y a quien apenas puede cuidar si no puede cuidarse él mismo. Lucas (Diego Torres), un abogado corrupto, arrogante y mujeriego, de repente ve su vida y su carrera caerse en pedazos por medio de una traición en su lugar de trabajo que lo complica y podría llevarlo a la cárcel, al mismo tiempo que su mujer sigue insistiendo para que le firme el divorcio al que se niega pero que no le impide estar con cuanta mujer joven y atractiva se cruce en su camino.
Reunir Auto Reverse (esta banda ficticia) es también reunirse con un pasado, con mujeres que quedaron en el camino, con sueños frustrados pero también con esa amistad que en principio parece forzada y sin otra razón que ser que el buen funcionamiento como grupo, pero sobre todo con el amor por la música. Mientras Axel es el motor del film y de la banda, el profesor deprimido al que interpreta Peretti de repente se encuentra con una razón de ser, cambia su actitud y entonces cambia el modo que alumnos y compañeros, y eventualmente su hijo, espera, tienen de él, y Lucas ve parte de quien fue reflejado en los ojos de una joven que de niña supo ser su más grande fan.
Como en Días de vinilo, Nesci se nutre mucho del cine norteamericano que le gusta y las referencias son muchas, además de una banda sonora que hasta se permite tener un par de temas mundialmente conocidos. No obstante, que logre alejarse del cine costumbrista que identifica a nuestro cine no impide que uno lo sienta cercano, porque a la larga son todas temáticas universales.
Del trío protagonista quien mejor destaca es sin dudas Santiago Segura, con una faceta alejada de las películas que lo hicieron conocido, además de ser el personaje que mejor definido tiene su arco dramático y sus matices.
Además de estos tres personajes con los que en una primera instancia cuesta empatizar hasta que se van revelando como lo que son realmente, el film está nutrido de coloridos secundarios, algunos aportando más al guión que otros.
Divertida, conmovedora, nostálgica, Casi leyendas es una agradable comedia que se queda con uno. La banda sonora, además de algunos temas pre existentes, cuenta con las canciones escritas y compuestas por el propio director, y hacen de Auto Reverse una de esas bandas que uno desearía que fuesen reales.