Casa propia

Crítica de Santiago Balestra - Alta Peli

Alejandro es un docente cordobés que busca tener su propio departamento. Actualmente oscila su vivienda entre la casa de su madre, que padece cáncer de pulmón, y el de su novia, con la que actualmente tiene fricciones. Ese vaivén, esa búsqueda de un lugar propio, lo pondrán no pocas veces en una difícil posición.

Raíces de Ayer y de Mañana 

Tal como su título lo indica, Casa Propia, tiene un doble significado en cuanto a lo propio. No solo a buscar ese lugar donde echar raíces, sino el de dónde provienen las nuestras, las que nos pusieron sobre este mundo. Sobre los conflictos que surgen entre los deseos de lo primero y las obligaciones que tenemos para con lo segundo. Para que esto se entienda y se sienta narrativamente sin parecer un racconto de hechos azarosos sin historia alguna, es menester tener un buen desarrollo de personajes, algo que esta película ostenta muy dignamente, principalmente por la paciencia que se toma al realizar dicho desarrollo.

Tal paciencia también se la encuentra en el trabajo de cámara. El ejemplo más contundente lo encontramos en su plano inicial: toma una conversación al azar entre un grupo de jóvenes, concentrándose en la casa de la pareja del protagonista, la cual deja. Ese lento, suave y casi imperceptible movimiento se encuentra a la par de su propuesta temática. Esa necesidad de salirse de lo general y profundizar en lo particular.

Actoralmente, en términos generales, la película presenta muy dignos trabajos, ya que no pocas veces la cámara les dedica primeros planos (incluso de esos que interpelan directamente al espectador) y tienen unas expresiones que dicen mil cosas con solo utilizar los ojos, algo que requiere de un gran talento para hacerlo posible.

Conclusión

Casa Propia es una acertada mirada sobre los vínculos humanos. Sobre nuestros orígenes y, valga la redundancia, lo que deseamos originar. Sobre esa cuerda floja que nos puede hacer caer en el egoísmo con muchísima facilidad. Un acierto conseguido a manos de un guion paciente, una puesta visual inteligente y actuaciones con mucha vida interior.