Cartero

Crítica de Mariana Mactas - TN - Todo Noticias

Hay un impecable trabajo formal en esta película pequeña, que se dedica a seguir a un caminante urbano. El joven del interior que estrena su trabajo como cartero y al que, por tanto, casi como derecho de piso, le dan tareas para patear la ciudad. Hernán Sosa (Tomás Raimondi) cuida su trabajo y acepta lo que le digan, desde las condiciones precarizadas que incluyen cobrar parte del sueldo con tickets canasta a sumarse a tareas que no le corresponden. Y, por supuesto, no preguntar cuando le piden que entregue sobres a determinadas personas en mano, nunca a otras. Su jefe, y suerte de mentor, es Sánchez (Germán de Silva, estupendo), un tipo rudo que conoce el oficio. En esas vueltas, Hernán se cruza con distintos personajes. Hasta con Yanina, a la que conoce (y en secreto ama) desde la infancia compartida en el pueblo. El director, Emiliano Serra, se basó en su propia experiencia como cartero, y ciertamente logró comunicar cuánto puede contar, esa red de mensajeros, de la sociedad en crisis en la que viven. Cartero es una película seca, con pocos y justos diálogos, que cuenta su historia mínima con un logrado registro casi documental (buen trabajo de fotografía de Manuel Rebella) que termina por transmitir una suerte de poética de la selva urbana.