Carne propia

Crítica de Ariel Abosch - El rincón del cinéfilo

Hay muchas personas carnívoras que no saben, o no les interesa saber, cuando van a la carnicería, o a la góndola de un supermercado, de dónde sale o cómo se obtiene el trozo de carne que van a comprar, lo tienen asimilado como un alimento y no lo cuestionan.
Bajo este principio, el director Alberto Romero intenta aproximarse al mundo de los productores vacunos, desde su origen hasta el matadero, narrando este documental en paralelo a la descripción de tres frigoríficos donde cada uno de ellos tiene una historia particular qué, según el criterio del realizador, merece ser divulgada.
Con la ingeniosa idea de contar el recorrido que hace un viejo toro campeón, desde un campo pampeano hasta un frigorífico del conurbano bonaerense, a través de la voz en off de Arnaldo André, con un monólogo fabulado de lo que podría pensar ese animal que hace reflexiones inteligentes sobre lo que es su vida y las de sus congéneres, para qué los tienen y cómo van a terminar, mientras permanece en la estancia, luego cuando lo llevan en camión, más tarde en el mercado de hacienda y por último el triste final.
Este relato da pie, en forma intercalada, a hechos puntuales acaecidos en una productora entrerriana de corned beef (extracto de carne enlatada) de comienzos del siglo xx, a una fábrica abandonada de Berisso y a un frigorífico de Berazategui, que subsiste como una cooperativa. Hay entrevistas con ex empleados, vecinos, y empleados actuales, reivindicando las luchas sindicales a lo largo de la historia argentina, sumándole también videos en blanco y negro como complemento ideal de las imágenes recientes.
El planteo inicial fue promisorio y original, pero al alternar ambas crónicas, y no focalizarse en una sola, se distorsiona demasiado la narración, pierde el sustento que le quita el atractivo, al bucear en las profundidades del sindicalismo desde la época de Perón hasta ahora y utilizar el derrotero del toro como un hilo conductor.
El tratar de abarcar varios ítems en una sola película resultó contraproducente, porque no se identifica bien cuál de los relatos tiene una vital importancia y se tropiezan entre sí.