Carancho

Crítica de Nazareno Brega - Terra Argentina

Ricardo Darín y Pablo Trapero se juntan en Carancho, una de las películas con un grado inusitado de violencia para el cine nacional. A partir de la frase “detrás de cada desgracia, aparece la oportunidad de un negocio” se construye esta historia sobre un abogado de rapiña que recorre hospitales en busca de clientes atropellados hasta que se enamora de una médica. A pesar de algunos juicios morales que los distancian, entre doctores se entienden y allí está el conflicto de intereses que es el motor de Carancho. Trapero es uno de los cineastas argentinos más hábiles a la hora de denunciar sin perder el hilo narrativo, pero el director brilla en la manera que tiene su cámara de capturar las grandes, y por momentos ampulosas, coreografías de la película. Carancho habla de escrúpulos e invita a discutirlos con el espectador. Y la invitación es atractiva por donde quiera que se la mire.