Carajita

Crítica de Samantha Schuster - Cinéfilo Serial

Después de haber dirigido «Tigre» en 2017, Silvina Schnicer y Ulises Porra vuelven a trabajar en conjunto para traernos «Carajita», una coproducción entre Argentina y República Dominicana, que viene a ahondar en las diferencias de clases sociales a través de un drama tenso y profundo.

«Carajita» se centra en Sara, una joven de 17 años, y su niñera, Yarisa, de 36, quienes han construido una relación muy fuerte a lo largo de los años, a tal punto de ser una especie de madre e hija. Sin embargo, cuando la familia se muda al lugar de origen de Yarisa, ella deberá lidiar con su pasado y con su hija biológica, Mallory, que hace tiempo que no ve. Entre ambas jóvenes surgirá una rivalidad natural, pero que rápidamente se verá interrumpida por el caos de la noche y un suceso que cambiará todo.

En sus 86 minutos de duración, «Carajita» nos ofrece un relato que va avanzando de manera ágil, dinámica y atrapante, generando un clima de tensión, misterio y oscuridad a medida que se va desarrollando.

La película logra profundizar en cuestiones interesantes como las diferencias sociales, la falta de oportunidades para algunos y la impunidad para otros, el deseo de justicia, la culpa, la pasividad, el remordimiento, los vínculos familiares y los que vamos creando con el correr del tiempo, entre otras.

Al centrarse tanto en temas sociales e inherentes al ser humano, la interpretación de cada integrante del elenco es fundamental, donde se valoran los diálogos, pero sobre todo lo que no se dice a través de gestos y miradas, lo que esconden debajo de la superficie, y que no se atreven a revelar por miedo a que cambien las relaciones. Todos se encuentran muy bien en sus roles y logran transmitir los distintos tipos de reacciones frente a este hecho en particular, según la clase a la que pertenecen, como también demostrar las personalidades tan marcadas que tiene cada uno.

En síntesis, «Carajita» resulta ser una grata sorpresa, gracias a que nos ofrece un drama social que ahonda en las diferencias de clases a partir de un clima de tensión constante y misterio. Una historia que una vez que comienza no para.