Cara sucia, con la magia de la naturaleza

Crítica de Pedro Squillaci - La Capital

El director Gastón Gularte, un rosarino radicado en Misiones, decidió plasmar un filme con enfoque ecologista y combinarlo con animación. Con una imagen de alta definición, “Cara Sucia, con la magina de la naturaleza” plantea una historia simple y heroica, en la que unos niños de Misiones pretenden evitar la poda de árboles para defender la naturaleza y oponerse a una villana todopoderosa. “Nada es imposible con la libertad del dinero”, dice la malvada Melany, que es una suerte de bruja estereotipada a cargo de la siempre eficaz Laura Novoa. Los niños actores, surgidos de un casting realizado en la región, tienen limitaciones en lo expresivo pero la suplen con calidez. En el momento de la transformación de los dos protagonistas en personajes animados hay una sintonia estética hacia el universo Disney, que va en contra de todo intento de buscar una identidad de cine de autor a la propuesta. La película apela a una resolución algo simplista y a un recurso dramático que tampoco le suma a la historia. Sin embargo, es válida la apuesta por una producción que surge de Misiones y tiene un nivel profesional para el cine comercial.