Capitán América y el soldado del invierno

Crítica de Marisa Cariolo - Loco x el Cine

Si existe un superhéroe de la factoría de Marvel que aún no había sido debidamente explotado en la plenitud de sus conflictos internos ese personaje era el Capitán América, síntesis perfecta del anacronismo de los tiempos en los que vive.
El personaje de Steve Rogers nació por los tempranos años cuarenta como una clara respuesta al espíritu de desánimo nacional y conflictos bélicos imperantes, era necesaria la creación de una figura que en su filosofía incluyera los ideales que la sociedad norteamericana anhelaba : valentía, altruismo y por sobre todo un irrefrenable amor a la patria. Por ello ese joven Steve Rogers pondría su propio cuerpo a disposición de la ciencia para lograr la consecución de un súper soldado que permitiera defender los colores de su bandera. Pero todos los planes se frustraron cuando el experimento si bien logra resultados exitosos no puede replicarse por ser asesinado el científico que lo lleva a cabo.
De esta forma el Capitán América se convierte en el único de su clase, en un héroe con licencia para matar, pero que a pesar de ello se muestra cauteloso y respetuoso de las formas y las garantías individuales. Casi un romántico de la patria, un idealista innegociable.
En ese contexto y por diversas situaciones, que se desarrollan en la entrega anterior de Capitán América, es congelado y su cuerpo vuelve a la vida en la actualidad convirtiéndose en un extranjero en su propia tierra, en un apátrida temporal. El mundo ha cambiado, los valores, los principios, pero por sobre todo la amenaza deja de ser exterior para convertirse en interna y difusa.
Este nuevo paradigma (devenido luego del atentado a las Torres Gemelas) presupone la mayor de las paranoias: el enemigo ya no está fuera de las fronteras de Estados Unidos, sino que es interno y de difícil identificación. En este contexto el Capitán América se encuentra totalmente desorientado, su pensamiento binario condicionado por las situaciones en las cuales se crio, ya no es útil en un mundo donde la amenaza puede encontrarse en el seno mismo de la sociedad de la que es parte.
Y este espíritu de continua intriga internacional y cuestionamiento de las instituciones más básicas será el hilo conductor de la acción en esta segunda entrega del Capitán América más emparentada con los thriller de los años setenta que con la acción frenética de otros films como Los Vengadores. El pasado del héroe se hará presente y por sobre todas las cosas lo hará en el constante contraste entre el mundo que él cree poder defender y las reales amenazas que se ciernen sobre la ciudadanía norteamericana.
Uno de los pasajes más notables del film es el protagonizado entre Steve Rogers y Nick Fury donde éste último le señala que su batalla ya se encuentra perimida, que él lucha por el mundo que quiere que exista, mientras que SHIELD es la respuesta institucional al mundo que existe, más allá de lo que deseemos.
Los nuevos enemigos que amenazan la paz mundial podrán estar incluso enquistados hasta en la misma institución que lo vio nacer, por lo que la confianza se volverá en el bien más preciado. En esta nueva misión el Capitán no estará solo, sino que lo acompañará Black Widow ( una sensual Scarlett Johanson) ,Falcón (Anthony Mackie) y Marie ( Cobie Smulders).Y aquí radicará otro de los elementos distintivos de Rogers : su capacidad de liderazgo para el trabajo en equipo y su necesidad de que las normas estén claras para este trabajo en conjunto desde el principio. En tiempos de individualismo extremo esta característica no es un dato menor.
El antagonista de turno, el misterioso Soldado de invierno (en la piel de Sebastian Stan), se convertirá en una de las misiones más difíciles que tenga que enfrentar nuestro héroe no solo por su destreza sino por un pasado en común que los une y pone en conflicto la respuesta de Steve.
La dirección a cargo de los hermanos Anthony y Joe Russo sabe equilibrar con maestría el clima de intriga latente con dosis de acción filmadas con el frenesí que todo film de este tipo requiere, lo que hace de esta segunda entrega una de las mejores que hayamos visto en dentro del universo Marvel.
Dos escenas post-créditos terminarán de cerrar esta maravillosa segunda entrega del Capitán América y nos dejarán preparados para la Fase 3 de esta aventura que mejora con cada entrega que nos acerca
El universo Marvel cada día se muestra más sólido y hasta se da el lujo de permitirnos reflexionar sobre temas tales como el estado, la información y los alcances de las libertades individuales. Lo que no es poco decir para un cine que se supone pochoclero.