Capitán América y el soldado del invierno

Crítica de Mariano Torres - Fuera de campo

El multiverso Disn...ejem, “Marvel” parece no tener fin y el día que lo encuentre seguramente hará borrón y cuenta nueva. Ya lo hizo, desafiando los límites de la impaciencia del espectador con Hulk de Ang Lee y la posterior versión de Louis Leterrier (que luego quedaría también extrañamente obsoleta, al tener problemas con Edward Norton, reemplazado para Avengers por Mark Ruffalo). Tras el abominable bodrio insufrible de Thor 2: Un Mundo Oscuro, de no ser porque la franquicia aún pisa fuerte, uno podría desear que ese reseteo ocurra nuevamente (esta vez, sí, con causas mucho más justificadas), pero afortunadamente y contra todo pronóstico, ese desalentador pronóstico que puedo haber dejado esa secuela post-Avengers, Capitán América Y El Soldado del Invierno no sólo sale airosa al mostrar las andanzas en solitario del más patriota de los héroes, sino que es, de por sí, una buena película.

Parte de ello se debe al guión de Cristopher Marcus y Stephen McFeely, quienes en lugar de apelar a la sobredosis de VFX digitales en plan non-stop, eligen en cambio volver al cine de acción e intriga de los setentas, esbozando una trama paranoica donde nadie es quien parece ser. Es en ese contexto donde la dirección de Anthony Russo y Joe Russo acierta, al otorgar más caracterización que peleas, pero cuando inevitablemente debe caer en éstas (no olvidemos que, después de todo, es otra adaptación de superhéroes) lo hace con precisión y golpes contundentes, que realmente se puede sentir que duelen y no que pertenecen a una cuidadosa elaboración de montaje. El agregado del gran Robert Redford al elenco, en plan Últimos Días del Cóndor es otro acierto.

El argumento plantea un conflicto interno en la agencia de protección extra-gubernamental S.H.I.E.L.D, cuando un atentado contra el querido -aunque misterioso- Nick Fury saca al mismo del juego y pone al héroe del título en la mira del asesino. Se abren interrogantes: ¿quién es en verdad ese “Soldado de Invierno”? ¿Quién lo manda? Y lo más importante, ¿por qué el Capitán América parece conocerle? Las preguntas se mantiene abiertas buena parte del metraje de la película, y a medida que la misma avanza se van cerrando, pero a la vez con cada cierre plantean un nuevo camino a explorar, seguramente, en posteriores entregas.

Y es que en esto de vender productos a futuro, claro, Marvel/Disney (digamos, Marney) es experto: detrás de los interminables títulos y escenas posteriores (hay una entre créditos, otra después de los créditos, y a esta altura sorprende que no haya una también en la película iraní de la sala de al lado), un aviso reza algo como “El Capitán América volverá y será millones -de dólares en taquilla- en Los Vengadores: La era de Ultrón”. ¡Gracias, Capitán, por salvar al mundo y devolver el entretenimiento a esta saga!