Caperucita roja

Crítica de Catalina Dlugi - El portal de Catalina

Un documental con momentos encantadores y mágicos, con atmósfera de cuento de niñez clásico pero que se mezcla, saltando generaciones entre el destino de una abuela de dura niñez y una nieta que festeja a una nueva generación feminista. Qué tienen en común estas generaciones, se plantea la realizadora Tataian Mazú González que indaga en el pasado de esa mujer que nunca dejó de trabajar, ni de sufrir, con su propio camino de realizadora. Entre una y otra, además de esas conversaciones íntimas, campea una caperucita roja real que se escapó siendo una niña a través de un bosque, porque lo que dejaba atrás era el lobo feroz de la esclavitud encarnada en el padrino abusivo. Y después los recuerdos de la guerra, de su oficio de costurera, de sus opiniones y de sus silencios frente a lo nuevo que no le cuesta tanto entender. Más que un tapado rojo que cosen entre las dos: el vestido de la intimidad y el cariño para una mujer que se empodera, que tiene el lujo de una abuela con sus versos y la tradición de las canciones de trinchera de los republicanos. Un documental pleno de climas y descubrimientos.