Canela

Crítica de Marcelo Cafferata - Lúdico y memorioso

En medio de la profunda crisis que vive la industria audiovisual argentina surgen nuevas ideas que permiten generar alternativas para seguir estrenando aún frente al cierre de todas las posibilidades de exhibición en las salas de los complejos más tradicionales.

A partir de este jueves 14 de mayo, se sumará a los estrenos de la plataforma www.cine.ar/play, la apertura de una “Sala de cine virtual” que propone el portal Puentes de Cine (www.puentesdecine.com) que acompañará a las otras propuestas dentro del portal de la Asociación de Directores de Cine, que incluye también charlas exclusivas online con directores, exhibiciones especiales gratuitas y diversos ciclos programados en la página.

La película elegida para la apertura de esta nueva modalidad de ver cine online, es el documental de la rosarina Cecilia del Valle “CANELA, sólo se vive dos veces” que hace foco en la vida de Áyax Grandi, quien inicia un camino de construcción de una nueva identidad a sus 49 años, momento en el cual diversos hechos disparadores de su pasado vuelven a instalar la idea de una nueva búsqueda dentro de su identidad de género.

Este nuevo documental se incorpora a un grupo de trabajos que recientemente se ha enfocado a poder incorporar una mirada transgénero dentro del cine nacional, visibilizando movimientos como el colectivo conformado por la cooperativa Arte trans en “Reina de Corazones” de Guillermo Bergandi, una mirada a la educación con el primer bachillerato trans del mundo que funciona en el barrio de Chacarita con “Mocha (nuestra lucha, su vida, mi derecho)” de Francisco Quiñones Cuartas y Rayan Hindi, hasta llegar a relatos más personales, más íntimos, más ligados a la experiencia individual y personal como “El laberinto de las lunas” de Lucrecia Mastrángelo –en donde se explora el tema de la maternidad y se aborda el caso de Gabriela Mansilla, mamá de una niña trans- y “Madam Baterflai” de Carina Sama, en donde a través del retrato de cuatro chicas travestis y una transexual, empieza a aparecer un tema que se conforma como eje central de “CANELA” que es el debate interior frente a la intervención quirúrgica para dar un “cierre” a este proceso que la protagonista ha iniciado unos años atrás.

Cecilia del Valle, escritora del guion junto a Romina Tamburello, pone a disposición y amorosamente el ojo de su cámara para seguir a Canela en su cotidiano y a través de esas “polaroids” de su vida hoy, podemos empezar a comprender el enorme proceso de cambio que ha vivido cuando con casi 50 años y una vida familiar constituida (junto a sus tres hijos) y un desarrollo profesional como arquitecto y con su propia empresa constructora, Áyax fue por sus verdaderos sueños más profundos y logró permitirse que apareciese Canela en su vida.

El tono que acompaña todo el relato es de una calidez absoluta, respira libertad y espontaneidad y se va potenciando y nutriendo de la generosidad con la que Canela permite que vayamos formando parte de su vida.

Lo hace con una dosis de valentía y coraje única, en donde plantea frente a cámara (una cámara que por suerte la inteligencia de la directora hace que se perciba como invisible y dé una verdadera sensación de inmersión en la privacidad de Canela) momentos de reflexión y emoción muy profunda, como los que aparecen en las sesiones con su analista o de poder abrir las conversaciones con sus hijos y su familia en este momento tan particular en el que se encuentra, en esta encrucijada de tomar difíciles decisiones como mencionábamos anteriormente, su operación para el cambio de sexo.

La ciudad de Rosario, además, se suma a la propuesta como un hermoso marco de referencia con sus lugares entrañables, sus edificios, el icónico Monumento a la Bandera y su costanera, todos los lugares por donde Canela se maneja con su camioneta naranja, algo destartalada y va atravesando la ciudad.

La acompañamos en su actividad profesional como arquitecta dentro de su estudio y su propia empresa constructora –aun cuando confiesa que en un momento perdió a casi toda su clientela al tomar la decisión de su nueva identidad y que pudo reinventarse con un nuevo grupo de clientes con los que pudo desarrollarse y sentirse profesionalmente contenida-, como docente en la Universidad de Rosario y surgen en ese cotidiano compartido, sus anécdotas personales y reencuentros con personas que la han marcado en su vida, notamos que no solamente enfrenta este cambio con una gran fortaleza interior y una gran decisión, sino con suma inteligencia.

Esos chispazos de humor y absoluta lucidez con los que Canela nos sorprende, porque justamente sin hacer alarde de toda su intelectualidad sino con su tono sincero, directo, genuino, va compartiendo algunos pensamientos que invitan a la reflexión y a construir este nuevo espacio de inclusión y pluralidad que se rearma a partir de pequeños detalles como el nuevo DNI que le muestra a su amiga o los momentos de consulta médica en torno a ese paso que quiere decidir.

En un colectivo muchas veces discriminado, segregado, relegado a condiciones tan extremas como la prostitución como único medio posible de vida, la historia de Canela se alza como una voz diferente –que incluso ella reconoce como absolutamente privilegiada y diferente al resto de sus compañeras- para mostrar que el cambio es posible y que ese impulso que va mucho más allá de uno mismo, tiene espacio para ser escuchado y que no hay edad ni condición para poner en juego el verdadero deseo e iniciar ese arduo camino de la construcción de nuestra propia identidad, de nuestra propia historia.

POR QUE SI:

«Calidez absoluta del relato»