Canela

Crítica de Daniel Lighterman - Visión del cine

El documental Canela cuenta la vida de una arquitecta trans que con casi 50 años descubrió su nueva identidad. Un tema que es trascendental para entender uno de los más interesantes cambios de paradigma en nuestra sociedad actual. Se estrena en "Sala Virtual", la nueva iniciativa de PCI y Puentes de Cine.
Una obra en construcción, algunos albañiles trabajando y llega Canela. Así la conocemos. Canela es una mujer trans que descubrió de grande su identidad y que ahora, pasados los 60 años, la está viviendo plenamente… O eso parece. Porque lejos de haber resuelto su vida, Canela tiene dudas: ¿cómo seguir? ¿qué es lo que desea? ¿a quién desea? ¿cuánto está dispuesta a arriesgar?

Canela es un documental que retrata íntimamente a un personaje querible y muy humano. Vamos avanzando con ella en su búsqueda de identidad, la relación con su familia y, muy discretamente, algunas cosas de su vida pasada.

Canela tiene una risa contagiosa y todo en ella parece ser alegría, pero el film, a medida que avanza, también deja lugar para la reflexión. Sin sobreexplicar nada, el espectador es obligado a replantearse varios preconceptos sobre la sexualidad y la genitalidad, al mismo tiempo que la protagonista trata de definir su opinión al respecto.

El armado del documental es una labor digna de un arquitecto, que es, paradójicamente, la profesión de Canela. La forma en la cual la información va llegando al espectador es ordenada y precisa y construye, minuto a minuto, una idea mayor de su protagonista y su vida, y en esa construcción nos permite entender a un colectivo que la incluye, y al cual no siempre es fácil entender desde afuera.

Pero antes de ser una arquitecta (y profesora) trans, Canela es un ser humano. Y en la empatía que el film logra generar, el espectador se relaciona con su sentir como madre, amiga, profesional y persona.

Lo que está claro es que Canela es un muy interesante personaje, y el documental homónimo está a la altura de la situación. Es humano, amable, no da nada por sentado y todo es aprendizaje, ¿qué más puede pedir un espectador?