Campaña antiargentina

Crítica de Iván Gordín - Alta Peli

El medio no es siempre el mensaje.

campaña antiargentinaCampaña Antiargentina fue un slogan adoptado por la última dictadura militar en pos de desestimar las númerosas denuncias de organismos internacionales que hacían referencia a la violación de derechos humanos en ese período. El film homónimo de Alejandro Parysow con participación de Pablo Marchetti (Ex Revista Barcelona) en guion, juega con este significante y lo utiliza como vehículo para una sátira del argentino promedio. O al menos eso es lo que llegué a entender, porque Campaña Antiargentina es una película fallida en absolutamente todos sus aspectos.

Con un formato de falso documental, la cinta narra los últimos días del afamado actor y cantante Leo J (Juan Gil Navarro), un argentino que descubre lo que parece ser una oscura conspiración contra su país de origen. El “Herzog argento” que nos cuenta esta historia de locura y obsesión, construye el relato a través de entrevistas a su célebre círculo intimo (Andy Kutnesoff, Adrian Suar, Fernando Spiner) y el metraje encontrado en la propiedad del protagonista mientras llevaba a cabo su peligrosa investigación. El problema, es que la propuesta del mockumentary, no está bien lograda y resulta extremadamente confusa para el espectador.

Primero, se nos informa que buena parte de las imágenes forman parte de un proyecto personal del protagonista sobre la vida de Carlos Gardel. Suponemos que este material está tomado por un camarógrafo profesional contratado por Leo, pero luego entendemos que también cuenta con un camarógrafo amateur para documentar los sucesos y vicisitudes personales mientras investiga el supuesto complot antiargentino. Segundo, el film establece que el metraje ha sido ordenado y editado junto a otras entrevistas por el director de este falso documental. Sin embargo, hay toda una cantidad de acontecimientos registrados que no pueden explicarse salvo que uno piense que hay una especie de narrador omnisciente por fuera del relato documental. Por ejemplo, en varias escenas podemos ver al camarógrafo filmando el metraje encontrado y al plano siguiente observamos las imágenes tomadas por este mismo personaje pero no vemos a nadie filmando a esta persona. Es decir, la idea del documental se destruye en un cambio de plano. ¿Qué estamos viendo entonces?. Yo no estoy muy seguro, quizás es la historia de un documental sobre un documental sobre un documental. No se entiende, si alguien supo descifrarlo que no dude en aclarármelo en los comentarios.

La comedia es cosa seria:
El chiste del mockumentary es observar situaciones completamente absurdas y delirantes en un registro serio y realista. La idea es creer en la veracidad del documental sin tener necesariamente la información de que es una comedia o algo ficcional. Por eso funcionan tan bien gemas como Esto es Spinal Tap o Zelig. Uno puede ver esas películas sin saber el contexto de su realización y creer que los hechos documentados son reales. En otras palabras, cuanto más se explicita la ficcionalidad del mockumentary menos gracioso resulta éste. Lo mismo podríamos decir de otras comedias, por ejemplo, ¿Qué gracia podría tener La Pistola Desnuda o ¿Dónde está el piloto? si Leslie Nielsen no recitará sus diálogos con la seriedad que lo caracterizaba?. La verosimilitud en la realización y el tono de los actores lo es todo en este tipo de películas.

Lamentablemente, en Campaña Antiargentina ésto no sucede en ningún momento. Juan Gil Navarro sobreactúa y fuerza demasiado las cualidades grotescas de su personaje y lo mismo podríamos decir de los entrevistados “estrellas”, que incluso se ríen de su propios testimonios. También se puede observar un importante déficit cuando se intentan plasmar viejos archivos (a lo Sucesos Argentinos) con un audio y definición notoriamente contemporáneas. Sumado a ésto, Parysow y Marchetti no tienen muy en claro donde volcar su crítica, si a la superficialidad snob de las celebrities, si al ciudadano argentino promedio y su nacionalismo barato, al argentino xenófobo o quizás a todo eso junto. No lo se, invito nuevamente al lector a que me pueda explicar si entendió bien a que iba la sátira.

Conclusión:
Campaña Antiargentina es una película que aspira a una sátira corrosiva e ingeniosa pero que fracasa estrepitosamente tanto en lo conceptual como en su ejecución formal.