Camino sinuoso

Crítica de Sergio Araujo - Cinéfilo Serial

“Camino Sinuoso” nos presenta una trama enmarcada en el género del drama y thriller, en donde la estructura dramática pareciera estar pensada como si de una enorme fila de fichas de dominó se tratase. Al desplomarse la primera ficha, podemos imaginar al film como una historia que denota una serie de episodios relacionados, donde la tensión del conflicto crecerá y nos atrapará con mayor intensidad, como espectadores, sobre el tramo final. La transformación e interacción entre los personajes a lo largo de la cinta es lo que a priori funciona como una propuesta artística interesante de transitar, sobre todo por la calidad del elenco seleccionado y lo impredecible que de antemano podemos suponer de su trabajo. Consideremos por ejemplo la imperdible participación de Geraldine Chaplin, para nada reducida o en un papel menor, conjugada principalmente con los personajes interpretados por Arturo Puig, Juana Viale y Gustavo Pardi. Otra perla interesante para decodificar en cuanto a nombres propios es que la música original de la película es autoría de Fito Paez.

Lo que resulta interesante es la metamorfosis de todos los personajes a lo largo del film, abocado esencialmente al resultado de la calidad interpretativa de la mayor parte de ellos frente al desafío que seguramente se les propuso ya desde el guion, como probablemente el inesperado caso del hermano de Mía, interpretado sobresalientemente por Gustavo Pardi, o la tenacidad guerrera de una simpática y brava Geraldine Chaplin en acción. Es aquí, en este aspecto, en el de la mayoría de los personajes, donde radica el mayor atractivo de la historia.

Lamentablemente, a criterio estrictamente, puede llegar a tornarse lenta o aburrida, a mi entender, por carecer de “ganchos argumentales” o recursos narrativos. Otro aspecto que corre riesgo frente a nuestra mirada espectatorial es la sinuosidad propiamente dicha, pero esta vez no del título de la película, sino del camino propuesto a recorrer al momento de mirarla, ya que en más de una oportunidad se torna forzada y, por consiguiente, poco verosímil.

La cinta no denota carencias técnicas de las que uno pueda percatarse y cuenta además con varios casos sobresalientes en cuanto a la calidad interpretativa de sus actores, pero tratándose de cine, pensaría que en su perfil narrativo huelga de ambición y riesgos conflictivos desde el inicio, inclusive.

Concentrándose en “lo bueno”, la película tiene algunos puntos altos altos de dónde agarrarse. Si usted se encuentra frente a ella en la sala de cine, está advertido…concéntrese en lo bueno, siempre haga del cine de una mágica salida…de lo contrario, probablemente salga de la sala compartiendo a dedales más de un estado de red social exhibiendo su pochoclera indignación