Camino a la redención

Crítica de Pabela - La Cinerata

Narración fragmentada, personajes con pasados tormentosos, búsqueda de la redención; ingredientes indudables del cine de Guillermo Arriaga que pese a apelar a los mismos elementos, aquellos que parecen obsesionarlo, siempre nos entrega una historia diferente. Camino a la redención (otra vez una traducción confusa si pensamos en Reservation road) es una historia oscura, de tensas culpabilidades que nos cuenta tres historias que obviamente se nos revelará como una sola hacia el final: una adolescente preocupada por la infidelidad de su madre, una mujer aparentemente exitosa en los negocios que se autoflajela ante ciertos recuerdos de su pasado y una niña desolada ante la posibilidad de perder a su padre, única familia con la que cuenta.
Nominada en el Festival de cine de Venecia y finalmente ganadora del Marcello Mastronianni en el mismo festival para la joven Jennifer Lawrence quien protagoniza a Mariana, una jovencita que vivirá como testigo silencioso la infidelidad de su madre (Kim Basinger) y más tarde una historia digna de Capuletos y Montescos, el film nos regala una historia dura, pesada y emotiva. Cuesta no reflexionar sobre cómo cada uno de nuestros actos marca los actos de los demás, cómo uno puede ir escribiendo su historia sellando pasos para la historia de los otros; reflexión casi impuesta en al menos varios de los films del director: 21 gramos, Amores perros, Babel.
Muy buenas actuaciones sobretodo de Chalize Theron quien a esta altura ya no puede versela como la mera actriz de cara bonita, muy bien acompañada por un reparto algo desconocido pero sólido para lo que la historia nos brinda. Un argumento correcto aunque un tanto lento por momentos y bastante previsible para quienes ya conocemos a Arriaga. Es que a la larga uno espera ver cómo se conectarán las historias aparentemente individuales, y esta vuelta es mucho más fácil y prolija de entrever.
Austera y por partes un poco melodramática, Camino a la redención nos arranca finalmente alguna lágrima y nos deja pensando por un ratito. Lejos de considerarla la mejor película del director es, sí, una buena opción para quienes gustan del género.