Caminando con dinosaurios

Crítica de Matías Lértora - Cines Argentinos

Caminando con dinosaurios es una película que de manera muy creativa mezcla el género documental con el de animación de aventuras.
Es ideal para chicos de alrededor de 10 años a quienes le apasionan estas criaturas prehistóricas, las cuales siguen siendo objeto de todo tipo de obras (películas, libros, revistas, comics, etc).
Esta producción en particular encuentra sus orígenes en una serie de documentales de la BBC (que tenía el mismo nombre) de 1999 que mezclaba animación generada por computadora con animatrónica para recrear la vida en la era mesozoica, y además contaba con la narración de Kenneth Branagh.
Tuvo tanto éxito que se hicieron varias emisiones en las cuales reconocidos paleontólogos aportaban sus conocimientos.
Luego el formato se exportó hacia Estados Unidos, donde surgieron libros, videojuegos y este estreno.
Aquí nos encontramos con una breve introducción hecha con actores (Karl Urban a la cabeza) que sienta el punto de partida y la excusa para conocer la gran aventura del dinosaurio Patchi narrada por su amigo (un pájaro) llamado Alex.
La historia tiene un paralelo con la famosísima The land before time (también conocida como En busca del valle encantado o Pie pequeño), aquel hit producido por Steven Spielberg que se estrenó en 1988 y que luego explotó en VHS. O sea, un grupo de dinosaurios van de un lugar a otro y el protagonista sufre y cambia en el proceso.
Pero todo con un tono diferente en donde se frena por segundos para que aparezcan carteles con los nombres de las especies a modo de explicación Además, las bocas de los personajes nunca se mueven, por lo que los escuchamos hablar a través de una voz en off.
Al principio todo esto resulta medio raro pero uno se acostumbra con facilidad y se nota que los más chicos lo disfrutan.
Sin llegar a ser un mega tanque como lo es Frozen, Caminando con dinosaurios es una opción diferente en lo que refiere al cine de animación que hará pasar un muy buen rato a los más chicos.