Cacería implacable

Crítica de Alejandro Castañeda - El Día

EL AMOR ES CARO

Oslo le presta su escenario a otro policial que viene de un lugar donde el crimen parece ser el mejor antídoto para escapar del frío y la monotonía. Esta vez se trata de un hombre que roba por amor: su compañera es tan linda que el tipo sólo delinque para poder darle todos los gustos. Amor costoso, que le dicen. El selecciona ejecutivos pero en sus ratos libres roba cuadros. Todo va bien, pero un día la cosa se complica. Y allí empezará la cosa. Suspenso, sospechas, pistas falsas, persecuciones y una señora que, como todas las lindas, sin querer presiona. Lo de siempre, envuelto en un armado distante, a veces absurdo, pero con algunas ideas que sostienen el interés. El film pivotea sobre el dinero. Es lo que da seguridad, altura (su hermosa compañera le lleva diez centímetros) seguridad, aplomo. El señorito roba los originales pero deja una copia. Como para subrayar el espíritu de una época cada vez más confundida entre lo legítimo y lo falso. ¿Ella lo ama? ¿O es sólo la copia de una pasión oportunista? El tono cínico y sobrador del personaje acaba contagiando de idas y vueltas a este thriller elegante, negro y rebuscado.