Caballo de mar

Crítica de Ricardo Ottone - Subjetiva

“Caballo de mar”, de Ignacio Busquier
Por Ricardo Ottone - 12 agosto, 2020
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Se estrena comercialmente en Cine.Ar TV (el jueves 13 de agosto a las 22 y repite el sábado 15 de agosto en el mismo horario). A partir del 14 de agosto estará disponible en la plataforma Cine.Ar

Un barco hace su parada en un pueblo portuario para descargar y aprovisionarse. Los marineros aprovechan el interludio en tierra para salir a dar una vuelta con el compromiso de regresar esa misma noche cuando la embarcación vuelva a hacerse a la mar. Ya saben que el que no llega a tiempo se queda atrás. Uno de esos marineros es Rolo (Pablo Cedrón) quien decide terminar la noche tomándose unos vasos de vino en un bar mientras espera la hora de volver a bordo. Allí conoce a Leo (Martín Tchira), un personaje poco claro que le pide un favor supuestamente simple mientras él se ausenta. Rolo acepta a regañadientes apremiado por el escaso tiempo del que dispone y, tras un confuso incidente, termina desmayado.

Cuando despierta a la mañana siguiente se da cuenta que ha perdido el barco. Pero esa debería ser la menor de sus preocupaciones ya que a su lado está vigilándolo Loyola (Alfredo Zenobi), un policía del pueblo quien le encarga encontrar a Leo bajo la amenaza de acusarlo de cómplice del robo a un supermercado que este habría cometido antes de desaparecer. Rolo tiene que quedarse en el lugar contra su voluntad y llevar a cabo esa misión sin demasiadas pistas. En el transcurso conoce a Dora (Ailín Zaninovich) una amiga de Leo con quien emprende la búsqueda.

Filmado en Necochea, el primer film de ficción de Ignacio Busquier es un noir de puesta estilizada, una fotografía a cargo de Fernando Marticorena (El eslabón podrido) que aprovecha bien el entorno semirural en que se mueven los personajes y un logrado clima enrarecido y amenazante al que contribuye también la música de Christian Basso. La trama policial sin embargo no cierra del todo y su base es bastante endeble. La forma en que el protagonista se ve envuelto en esa trama se siente arbitraria y poco convincente, y los personajes terminan actuando muchas veces sin mayor justificación o explicación. Rolo, que actúa bajo amenaza y deberá estar apremiado, se mueve lento y sin apuro, habla poco y pregunta menos, llevado de las narices sin cuestionarse demasiado, por lo menos no abiertamente, las intenciones de los otros. Pareciera que la motivación que está en la base del relato, encontrar a Leo y la plata del robo, si se la piensa como el MacGuffin que pone a los personajes en movimiento, no cumple demasiado su función o por lo menos no lo sacude lo suficiente.

Esta impresión de los personajes, como si en el transcurso hasta se olvidaran de su misión, alcanza también al relato en sí, que por momentos deja de darle importancia perdiéndose en otros avatares, en particular el derrotero personal de su protagonista. Caballo de mar es la última película filmada por Pablo Cedrón, un actor talentoso y versátil de una riquísima trayectoria que falleció tempranamente en 2017 y a quien está dedicado el film. Cedrón compone a Rolo como un personaje rústico, introvertido, que además intuimos herido y lo hace de manera creíble aún si las circunstancias en que se ve envuelto no lo son tanto. Rolo es llevado de un lado al otro, un poco aturdido y un poco desorientado. Un marinero que perdió su barco y quedó varado en forma tanto literal como metafórica. Algo de su historia se desprende de lo poco que se sabe de su esposa o del hijo cuya existencia intuimos a partir de los dibujos infantiles en su camarote.

Así, varado en tierra y sin comerla ni beberla, Rolo se mueve a tientas e incómodo, relacionándose de maneras extrañas con personajes también extraños, como en una pesadilla de desarrollo circular en la cual no hay mucho sentido, en un relato que se va deshilachando como el deambular errático de su protagonista. En algún momento del mismo se trata de retomar la premisa del comienzo y sorprendernos, cuando ya es tarde.

CABALLO DE MAR
Caballo de mar. Argentina. 2017.
Dirección: Ignacio Busquier. Elenco: Pablo Cedrón, Ailín Zaninovich, Alfredo Zenobi, Martín Tchira. Guión: Ignacio Busquier. Fotografía: Fernando Marticorena. Música: Christian Basso. Montaje: Ignacio Busquier. Dirección de Arte: María Florencia Tucci. Dirección de Sonido: Germán Suracce. Producción Ejecutiva: Ignacio Busquier, Nuria Arnaud. Jefe de Producción: Pedro Dapello. Duración: 93 minutos.