Caballo de guerra

Crítica de Ulises Picoli - Función Agotada

La Pasión de Spielberg

Steven Spielberg es uno de los grandes cineastas contemporáneos. Su cine de pura dinámica logró entregar hasta en las historias más duras, un nivel narrativo envidiable. Algo que lo caracteriza es no apartarse del espectáculo para contar una historia. Y aunque mis preferidas de él sean las consideradas menos "profundas", aquellas de carga social o política como Munich, La Lista de Schindler, Rescatando al Soldado Ryan o Libertad no me desagradaron. Pero a mi gusto, cuando intenta transmitir una bajada de línea o transmitir un "mensaje" es cuando su cine tiende a fallar. Pareciera que no pudiera lidiar con la idea de que lo consideren un director divertido.

El tráiler de Caballo de Guerra me había creado cierto recelo, y enfrentarme a la película fue todavía más arduo. Es que la versión de Spielberg sobre la historia de un caballo me resultó bastante molesta. Sé que muchas personas disfrutaran de este film, pero a mis ojos, fue una historia de un sentimentalismo barato, un intento por crear emoción mediante el sufrimiento/muerte ajena, un film cruel. Leí por ahí la palabra "humanismo" al referirse a este film, si acaso esta historia lo retrata, difiere bastante con la idea que yo tengo acerca de esa cuestión.

La historia parte desde el nacimiento del caballo y como va compartiendo su existencia con variados personajes. Desde el joven que lo cría hasta los militares alemanes enemigos. El deseo de mostrar los dos bandos me pareció clara, límpida, el mecanismo, las decisiones para contar esas facciones, poca sincera. Porque la bajada de línea es obvia, los alemanes son los malos. Para citar un ejemplo, mientras los ingleses no dejan alistarse a menores, a los alemanes no les importa la edad. Otro, el general alemán es cruel y hace trabajar hasta la muerte a los caballos, los ingleses los tratan con hidalguía. Esas pequeñas decisiones marcan en claro las preferencias del director, entonces ese "no me pongo del lado de nadie", jugando al "humanista", no resulta tal.

Después el sentimentalismo del film es tan sutil como un alambrado de púas. El máximo temor y disparador de tristeza es la muerte misma, pero administrada sobre personajes que aparecen en pantalla por poco tiempo resulta de una animosidad profunda, así también cuando esta sucede sin piedad, como si acaso todo en el hombre fuera crueldad o muerte. Un personaje mirando el horizonte en un primer plano mientras se sube el volumen de los violines no es emoción.

Hablar de la calidad cinematográfica de un gigante como Spielberg es inútil, el film es visualmente esplendido, con secuencias de acción muy bien logradas. La resolución de algunos hechos es brillante (la carga de caballería del ejército inglés). Pero también es cierto que comete bajezas buscando conmover. Quiero creer que el fuera de campo para mostrar la muerte se sustenta en el pudor, pero si es así ¿porque utilizar la muerte tan indiscriminadamente? Con tanta frialdad el mecanismo se hace claro, y después de tanto intento de forzar la emoción, uno termina ahuyentando los sentimientos, apático ante tanto melodrama sin corazón.