Caballo de guerra

Crítica de Daniel Garabal - Clave Noticias

La fuerza de la voluntad según Spielberg

Durante el estallido de la Primera Guerra Mundial las cosas se han puesto difíciles para la flia. Narracot, más cuando un testarudo Ned compra a Joey un hermoso caballo de raza pero no para su necesidad que era arar la tierra pedregosa del campo que alquila para vivir.

Solo su hijo Albert tendrá fe en que ese caballo podría hacer muchas más cosas de las que creían. Es así que lo educa y se convierte en su amigo, un amigo con una fidelidad a prueba de balas. En su periplo por la guerra Joey cambiara, como lo hiciera con Albert, la vida de todos los que pasan por su vida. Incluso es capaz de conseguir un poco de paz entre tanta guerra.

La fuerza de voluntad, la amistad y la lealtad son los valores que pone en relieve Spielberg en este maravilloso relato de vida. Spielberg vuelve, después de su aventura con Tintin, a aquellos film que solo el sabe hacer. Spielberg logra, como siempre que se lo propone, que el espectador quede con los sentimientos expuesto a flor de piel en una aventura llena de ternura, amor y, en algunos momentos, sentimentalismo. Spielberg nos vuelve a regalar una maravillos historia de vida donde muestra como, gracias a un caballo, los valores humanos pueden surgir en cualquier lugar. El film cuenta con seis merecidas nominaciones al Oscar (Película, Sonido, Dirección de arte, Edición de sonido, Fotografía y Banda Sonora).