Búsqueda implacable 2

Crítica de Alejandro Franco - Arlequin

Este es otro producto de Luc Besson, el rey de la verdura enlatada. El francés se ha convertido en un productor con amplia llegada en el mercado norteamericano, tomando recetas creadas con anterioridad pero mezcladas de manera innovadora. Como ocurría con el cine inglés de los 50 y 60, se ha decidido a importar estrellas norteamericanas para entrar con cierta chapa en la cartelera internacional; y, por el otro lado, ha imitado a rajatabla todas las recetas habidas y por haber del cine de acción asiático, creando peleas, balaceras y persecuciones realmente vistosas y novedosas. Si El Transportador no es mas que la traslación del cine de acrobacias de Jackie Chan (humor y sorpresa incluidas), Taken es su versión de Jason Bourne. He aquí un super agente secreto lleno de recursos, expeditivo y ultrasagaz. Lo curioso es que en su momento nadie daba un céntimo por Taken - protagonizada por un irlandés secundón y algo geronte, con una trama demasiado reciclada, sin demasiados antecedentes de interés -; incluso en nuestro país salió directo en video y uno había visto el filme meses antes de su modesto estreno en USA... hasta que dejó a todo el mundo boquiabierto y comenzó a recaudar una obscenidad de dinero. Taken era intensa, con unas secuencias de acción brillantes, y con una trama que funcionaba como un relojito; Liam Neeson probó ser un héroe de acción super confiable (y se creó todo un nombre en el género), e inmediatamente puso en marcha su secuela, la cual comentamos aquí. Y mientras que Búsqueda Implacable 2 sigue siendo una película entretenida, es mucho mas absurda y prepotente que su primera parte. No es aborrecible, pero el libreto a veces se manda con cada ocurrencia que a uno lo deja rechinando los dientes.

En general los productos de la factoría Besson son mas vistosos que inteligentes. En ocasiones son muy logrados - El Transportador, la primera Taken, La Femme Nikita, León, el Profesional - y, en otros, pavadas recargadas de acción que por lo menos sirve para pasar el rato (como El Quinto Elemento). Taken 2 entra en esa última categoría. La gran innovación del libreto es que ahora los secuestrados son Famke Janssen y el super agente Liam Neeson, con lo cual papito debe guiar a su hijita - desde su celda de cautiverio - a que los encuentre, los libere, y les entregue las armas para así poder patearle los traseros a esos albaneses malnacidos que tuvieron la mala idea de arruinarle el paseo a Estambul. La primera cosa estúpida que hace el libreto es obligar al hiper preparado Neeson a bajar la guardia - dejando los escudos, las pistolas y los bazookas en el hotel -, y salir sólo con un telefonito microscópico camuflado en su zapato como única herramienta para caso de emergencias. No un GPS, ni siquiera una miserable navajita suiza como para cortar las ataduras. Como con el fonito llama a su hija para que venga a rescatarlo, el tipo debe guiarla a partir de una serie de entreverados cálculos mentales - que tienen que ver con el mapa de la ciudad, la dirección del viento, y el desayuno que comió el libretista esa mañana - para que se acerque a donde se encuentra. Para ello no tiene mejor idea de orientarla a partir de una serie de granadas (!) que ella va detonando por donde pasa, y de acuerdo a la intensidad de la explosión le indica si está cerca o no. Desde ya, mas que orientar por el sonido, la hija de Neeson termina poco menos que devastando medio Estambul, con lo cual no es dificil asumir que Neeson y Janssen deben encontrarse en la única casa en pie que dejó en su trayecto la nena. Las bobadas siguen con los maleantes atando a Neeson con una piolita que corta con suma sencillez (¿no tenían presupuesto para unas esposas de acero? ¿no se daban cuenta que era ridículo maniatar a un tipo super peligroso con algo tan frágil?), una persecución disparatada a través de media ciudad... encarada por una chica que hasta hace dos minutos no sabía ni estacionar una moto y que ahora toma las curvas en dos ruedas; y después con el regreso a rescatar a su ex esposa, para lo cual el irlandés usa el mapa mental que se armó una vez que viajaba encapuchado en la camioneta en que lo llevaban secuestrado. En todo caso uno podría decir que los albaneses perecen por idiotas, ya que la prostitución de menores no le deja el suficiente dinero como para alquilar otro inmueble - que no sea de los 3 o 4 que conocen Neeson en Estambul -, y el tipo los encuentra después de dar dos pasos y volver siempre al mismo lugar.

Las peleas no son tan buenas como en el original; y la premisa - de que Neeson guíe a su hija para liberarlos - prometía mucho más de lo que realmente termina por ofrecer; ni siquiera las persecuciones son una maravilla, aunque debo reconocer que entre la acción y las vistas turísticas uno termina pasando un rato entretenido. En todo caso el mérito del filme es Neeson, el cual siempre se ve creíble y astuto, y eso le basta para sostener una película que resultaría insoportablemente idiota en manos de otro tipo con menos carisma.

Taken 2 es material de relleno, pasable y digerible pero corto de méritos. Para cable sirve, para irla a ver al cine no, y aunque es descartable, por lo menos no ofende al espectador y lo entretiene un rato... siquiera con los disparates que se le ocurren al libreto.