Buscando justicia

Crítica de Gaspar Zimerman - Clarín

Del arcón hollywoodense de las historias reales ahora llega Buscando justicia, sobre un guion basado en un libro de Bryan Stevenson, activista por los derechos humanos. Este abogado fue el fundador de Equal Justice Initiative (EJI), una ONG dedicada a brindar asistencia legal a convictos sin recursos -en su mayoría negros- o que no tuvieron una defensa apropiada en sus procesos judiciales. Lo que aquí se narra es el nacimiento de EJI en 1989 y el desarrollo de su caso emblemático: la apelación del fallo contra Walter “Johnny D.” McMillian, condenado a muerte por el asesinato de una joven blanca de 18 años.

El color de piel de la víctima no es un dato al pasar. Todo transcurre en Alabama, en el sur de los Estados Unidos, donde el racismo se remonta hasta el nacimiento del país. Por eso mismo, en el siglo XX ese estado fue escenario de hitos en la lucha del movimiento por los derechos civiles, con protagonistas como Rosa Parks o Martin Luther King.

La historia de Johnny D. es emblemática: era un negro pobre que fue elegido como chivo expiatorio del crimen de Ronda Morrison, por el que fue condenado sin pruebas y en base a un falso testimonio. Recién recibido en Harvard, a fines de los '80 Stevenson llegó a Monroeville a intentar revocar las sentencias de varios convictos del pabellón de la muerte, y McMillian era uno de ellos.

Esta es una más en la larga lista de películas tan moralmente irreprochables como cinematográficamente anodinas. El objetivo de denunciar el racismo, el clasismo de la justicia -el tratamiento desigual para ricos y pobres no es privativo de la Argentina- y la barbarie que significa la pena de muerte está largamente cumplido. Las buenas intenciones son la mejor cualidad que Buscando justicia tiene para ofrecer.

Aquí no hay ambigüedad moral: está muy claro quiénes son los héroes y quiénes los villanos. Se apela a la emoción -sobre todo la indignación- a veces con éxito, gracias a algunas de esas escenas heroicas que suelen entregar las películas de juicios. Y a Jamie Foxx, que ofrece una de esas actuaciones que a menudo traen premios, aunque no esta vez.