Buscando a Tabernero

Crítica de Jorge Bernárdez - Subjetiva

Pablo Tabernero fue una figura fundamental de la fotografía en la época de oro del cine, cuando la actividad verdaderamente era una industria. Lo cierto es que cuando pasaron los años de la abundancia se volvió un profesor del arte de hacer la fotografía de una película y formó como profesor a todos los que hoy consideramos maestros, desde el “Chango” Monti para adelante. Pero detrás del apellido Tabernero había otro apellido que cargaba con el peso de la historia y que daba cuenta de lo que fue la deriva de los judíos nacidos en la Europa de comienzos del SXX. Nacido como Peter Paul Weinschenk en Alemania o mejor dicho, en alguna parte de eso que durante décadas se conoció como Imperio Austrohúngaro, su familia atravesó la llamada Gran Guerra deambulando entre Alemania, Suiza y también Austria. Una familia que en un momento se separa y en parte viaja para tratar en que Peter se cure de una tuberculosis y vuelve para volver a Berlín, tras la muerte del padre a vivir con una madre que había seguido su vida y que llegó a casarse tres veces.

En 1927 Alemania pasaba por un extraño período de calma que incluía inflación y agitación, pero también un movimiento cultural único para esa etapa y en la que el cine ocupaba un lugar de excepción. Dos años más tarde, el primero de mayo de 1929, ocurriría el primer incidente de lo que fue ese vértigo que arrastró a Alemania hacia el nazismo y devorando a todo el continente más tarde. La familia Weinschenk firmó en ese momento un documento humillante que debían rubricar todos aquellos que los nazis consideraban que no eran lo suficientemente germanos. Mientras eso pasaba, el joven estudiaba fotografía en un importante instituto y el título que lograría le serviría para entrar al mundo del cine y dedicarse al documentalismo.

Durante años se dedicó a eso, pero en un momento la madre de Pablo se suicida y él y su hermana quedan a la deriva a cómo hojas en la tormenta.

El siguiente capítulo, ubica a Tabernero en plena guerra civil española, en donde termina su formación como artista y como ser humano pero de ahí salta hacia nuestro país, adonde venían muchos que veían que Europa se consumía y se desangraba. Aquí trabajo con todos los directores que hicieron grande nuestro cine, pero antes cambia el Peter Paul Weinschenk por Pablo Tabernero a partir de que un año después de llegar a Buenos Aires se produce ese tremendo acto del nazismo argentino en el Luna Park. No hay que sorprenderse tanto, incluso en Estados Unidos la Alemania de Hitler tenía admiradores como el dueño de la Ford Motor y un millonario que con los años daría una dinastía de políticos de los cuales uno llegaría a la presidencia, Joseph P. Kennedy. Así que Weinschenk se transforma en Tabernero y con los años desarrollará una carrera descollante.

Eduardo Montes Bradley realizó este documental para registrar una historia más de la diáspora. recurre a opiniones autorizadas y arma el rompecabezas de una vida para dejar ese registro, pero también para alertar sobre lo que pasó con nuestros archivos y como se destruyó parte de la historia de nuestra cinematografía.

BUSCANDO A TABERNERO
Buscando a Tabernero. Argentina/Estados Unidos, 2020.
Dirección y edición: Eduardo Montes-Bradley. Guion: Malen Azzam y Eduardo Montes-Bradley. Con los testimonios de Henry Weinschenk, Ricardo Aronovich, Fernando Martín Peña, Diego Trerotola, Rainer Rother, José Hermo, Manu Valentín, Norberto A. García y Pablo Weinschenk Jr. Fotografía: Javier Cortiellas Rial. Música: Gabriel E. Bajarlía. Duración: 72 minutos.