Bumblebee

Crítica de Luciana Boglioli - La Capital

Pocas películas logran tener la dosis justa de acción, ternura y emoción, como la tiene "Bumblebee". Y como si todo eso fuera poco, que se pueda escuchar a The Smiths durante todo el filme. Esta mezcla de precuela y spin-off de la saga de Transformers, de Michael Bay, es una opción realmente valiosa para grandes y chicos porque convierte a estos robots, en seres con vida e intenciones concretas. En este sentido se nota la impronta del director Travis Knight, que ya había incursionado en el cine infantil con "Kubo y la búsqueda del samurai" (2016) y como animador en "Los mundos de Coraline" (2009), entre otras. La historia de este filme está situada en 1987 y se centra en Bumblebee que se encuentra refugiado en un desarmadero cercano a una playa de California. Charlie, de 18 años y buscando su lugar en el mundo, lo descubre destruido y con las consecuencias de la guerra encima. Decide llevarlo pero una noche en su garaje descubre que no era sólo un antiguo auto amarillo, sino un robot de enorme tamaño, lo que la entusiasma por completo. A partir de ese momento, esta adolescente interpretada por Hailee Steinfeld, que se lleva todos los aplausos por su frescura, comenzará una especie de guerra con los transformers malos que quieren adueñarse de la Tierra y matar a los humanos. Pero Bumblebee y su dueña harán todo lo posible para que esto no suceda. Así, entre escenas de amistad, juegos y aventuras en la playa hasta persecuciones a gran velocidad y explosiones, esta película promete 114 minutos de pura diversión.