Buenas noches Malvinas

Crítica de Rodrigo Rago - CineFreaks

La ilusión de ser escuchados.

Mientras Fabián Bustos aterriza en las Islas Malvinas para enfrentarse a lo que será la última participación bélica de nuestro país, su familia desde La Pata (Buenos Aires) se prepara para recorrer tal vez el peor de los caminos: el de no saber con exactitud el bienestar de un ser querido.

Por suerte Fabián sobrevivió para contarlo, como bien lo hace en su libro titulado “Crónicas de un Soldado”. Libro que será el pilar principal de esta película documental dirigida por Ana Fraile y Lucas Scavino.

Buenas noches Malvinas es una película que intenta recomponer esa parte de la guerra que se encuentra oculta, para construir un ritmo sutil a la hora de traer de regreso los recuerdos y las heridas de la familia Bustos. Para ello, la voz en off de Rafael Spregelburd irá narrando algunos fragmentos del libro de Fabián, mientras que las visuales se encargan de seguir a Javier Bustos en las Islas, quien persigue las huellas del hermano.

Por otra parte, la película también retrata los testimonios de Dalmiro Bustos y Elena Noseda, los padres que, en su intento desesperado por acercarse a su hijo, forman un programa de radio con la intención de acercarle a los combatientes, los mensajes cálidos de sus familiares y seres amados. Este programa adoptó el nombre de “Buenas noches Malvinas”.

Es así como esta película, pausando por momentos en una especie de teatro espontáneo, intenta hilvanar un relato lento y tal vez armonioso para abordar las heridas que se aún se encuentran presentes, tanto en la memoria como en el cuerpo. Se puede caracterizar tranquilamente como un sutil trabajo de los realizadores, quienes logran pasearse entre diferentes registros para construir una historia de guerra, y proponer una posibilidad de reparación para nuestros excombatientes.