Buena suerte, Leo Grande

Crítica de Soledad Colina - CineFreaks

El placer y la madurez.

En la película Buena suerte Leo Grande (2022) la notable actriz británica Emma Thompson compone a Nancy, una profesora viuda y ya jubilada, quien se decide a contratar los servicios de un joven y encantador trabajador sexual, Leo (Daryl McCormack), con quién descubrirá una faceta muy poco explotada en su vida y que tiene que ver con el deseo, el placer y hasta de los límites que su propio cuerpo le puede ofrecer como mujer. Nancy estuvo casada durante más de 30 años con un hombre con quien el sexo era una mera formalidad: de índole reproductivo o como un simple hábito, pero nunca de disfrute o goce. Ya en su primer encuentro sexual, que luego serán varios, Nancy le aclarará esto a Leo, un veinteañero, quien detrás de un armonioso cuerpo y una compradora sonrisa, esconde una gran tristeza, debido principalmente al lejano vínculo con su familia.

La vida de Nancy siempre estuvo regida por una clásica educación conservadora inglesa (era docente de religión) y por los mandatos sociales con la que fue criada, esa dónde las mujeres tenían prohibido ciertas licencias, especialmente en el plano sexual. Leo, en cambio, tiene una nutrida experiencia como trabajador en esa área (la del sexo). Será entonces estos breves pero intensos encuentros entre ambos (que se desarrollarán en la habitación de un hotel) la unión entre dos personas completamente diferentes, que intentarán comprenderse, ayudarse, pero nunca juzgarse.

Buena suerte Leo Grande está dirigida por la realizadora Sophie Hyde y cuenta con un inteligente guión a cargo de la comediante inglesa Katy Brand. La película fue filmada en plena pandemia del Covid-19 y la casi única locación dónde se desarrolla, la habitación del hotel propiamente dicha, da a la puesta un aire casi teatral, más allá de su simple austeridad. La actriz Emma Thompson, a sus 62 años de edad, es la protagonista ideal para Nancy, una mujer madura que se propone dejar atrás sus propios prejuicios, para comenzar a vivir una sexualidad más plena y sincera. La desnudez de su cuerpo, a pesar del lógico paso del tiempo, le permitirá tanto un autodescubrimiento, así como pararse frente a un hombre como nunca lo hizo antes. Daryl McCormack (el ascendente actor que interpreta a Isaiah Jesús en la serie Peaky Blinders) se pone en la piel de Leo, un joven mestizo de madre irlandesa, cuyo cuerpo es muchas veces un mero instrumento de placer. Pero con Nancy quizás todo sea mucho más franco y sincero. Ambos comenzarán una particular y placentera amistad, dónde la confianza será primordial.

Como la buena comedia dramática que es, Buena suerte Leo Grande tiene sus momentos graciosos con una magnifica Emma Thompson brindando algunas sonrisas. También la directora muestra una mirada bastante complaciente hacia la profesión de la prostitución, sobre sus deberes y derechos, puesta en la figura del escort Leo Grande. Pero en su tramo final las cosas se pondrán mucho más decisivas: será hora de dejar los nervios atrás, también las represiones y finalmente dejarse llevar por el placer.