Buena suerte, Leo Grande

Crítica de Martín Goniondzki - Cinéfilo Serial

Sophie Hyde nos ofrece un relato intimista que profundiza sobre la sexualidad de la mujer en la tercera edad, el deseo femenino y la subversión de los mandatos sociales impuestos durante generaciones.

«Good Luck to You, Leo Grande» resulta ser un largometraje pequeño pero inspirado que busca reflexionar o sacar a relucir algunos tropos muy en boga en la actualidad. El film se centra en la figura de una maestra de escuela jubilada llamada Nancy Stokes (interpretada magistralmente por Emma Thompson), que tras haber perdido a su esposo tiempo atrás, busca reconectarse con la vida y más específicamente con su sexualidad. Es así que Nancy, tras haber llegado a la conclusión que su relación carecía de una satisfacción sexual plena, decide aventurarse y contratar los servicios de un gigoló que responde al nombre de Leo Grande (Daryl McCormack). Durante varios encuentros en una habitación de hotel, seremos testigos de una catarsis por medio de la mujer que poco a poco va liberándose de sus ataduras, mediante diálogos interesantes que va teniendo con su pareja sexual ocasional. Por otro lado, el mismo también logrará abrirse en cuanto a cuestiones irresolutas, a través de esporádicos diálogos donde cada uno va «desnudándose» y sacando a relucir las cuestiones reales atrás de todo el asunto.

La tercera película de Sophie Hyde se apoya mucho en el talento interpretativo y en la química que logran tanto Thompson como McCormack. Los intercambios entre sus personajes son más que atractivos y sostienen todo el relato que va revelando a cuentagotas las cuestiones pendientes que deberán resolver sus interlocutores. Nancy dejando de lado los mandatos de una sociedad sumamente conservadora que la privó de una vida sexual plena, así como también de predicar esos mismos mandatos a través de su profesión, y Leo detrás de esa máscara de persona sumamente determinada y conforme con su vida profesional y privada, deberá admitir que todavía tiene que resolver algunos inconvenientes familiares que lo condicionan más de lo que cree.

Si bien la dinámica del dúo protagónico está muy lograda y se nota un gran ida y vuelta entre ellos (especialmente hay que destacar lo de Emma Thompson que es realmente magnífico), al film le juega en contra esa puesta teatral y casi estática que se desarrolla a lo largo de sus 97 minutos de duración. El relato logra capturar la atención del espectador por medio de esos encuentros esporádicos de sus protagonistas, y sus charlas cuasi de psicoanálisis que llevan, haciendo que la trama avance y uno realmente se interese por ver a qué conclusión nos llevan, pero la solemnidad y la teatralidad no consiguen hacer que la historia se despegue o justifique su existencia como obra cinematográfica. El hecho de que casi suceda enteramente en la habitación de hotel donde ocurren los encuentros sexuales, no debería ser una atadura para presentar una puesta tan simple y estancada.

No obstante, más allá de aquella observación, «Buena Suerte Leo Grande» resulta ser lo suficientemente interesante (más que nada a través del compromiso de Emma Thompson) como para justificar su visionado. Un film que se apoya más que nada en sus personajes y en una interesante observación sobre la sexualidad durante la tercera edad.