Bruja

Crítica de Matias Seoane - Alta Peli

Por bruja y mala madre

En un pueblo de provincia como tantos otros, una madre soltera sin empleo formal y sufriendo la desconfianza de la gente decente, ocupa un lugar en la periferia tanto literal como simbólicamente.

En su pedazo de tierra, Selena (Erica Rivas) cria algunos animales y cuida de una huerta, con lo que a duras penas logra sustentar a la hija adolescente a quien espera transmitirle todo su conocimiento sobre ocultismo, aunque para ella sea más atractivo conseguir un celular.

Los tiempos han cambiado, el vínculo con la naturaleza y la magia que Selena heredó siendo niña (junto con la responsabilidad de castigar a quienes hacen daño) no significa lo mismo para su hija, pero igualmente es ese conocimiento lo que le permite dar la alarma cuando es secuestrada junto a sus amigas por una red de trata, permitiendo que Selena comience a actuar antes de que sea demasiado tarde para rescatarlas.

Para pedir hay que dar

La historia que presenta Bruja es simple y tiene momentos repetitivos, pero a la vez está bien narrada y logra mantener lo fantástico dentro de los márgenes del verosímil sin mucha grandilocuencia.

La bruja que encarna Rivas con mucho oficio no es intrínsecamente malvada, pero está dispuesta a cruzar algunas líneas morales para proteger a su hija y castigar a la gente que la pone en peligro, siguiendo las enseñanzas que recibió siendo una niña en esos mismos bosques; esto la vuelve una antiheroínaverosímil, que además de la confianza en su propio poder también tiene sus debilidades y miedos a la hora de enfrentarse a una organización criminal que cuanto más se acerca más grande se revela.

No tiene la misma solidez el contrapeso de la historia, con una banda de caricatura encabezada por la siempre pasada de vueltas Leticia Brédice. Compone a una villana tan ridícula y sobreactuada que contradice el tono más oscuro del resto de la propuesta, justamente lo que mejor le funciona pero no se atreve a abrazar del todo. 

El resto del elenco toma roles menores y se ubica en distintos puntos del espectro intermedio, pero en general están más cercanos al lado de la moderación. Algo que se agradece.

Lamentablemente, no es en lo único donde se ve la incoherencia de una propuesta que no se juega por lo que quiere ser. Cuando apuesta al camino del policial y el terror sobrenatural -con un estilo visual más bajado a tierra- Brujamuestra potencial de ser una película interesante y original; pero luego abusa del uso de fondos añadidos digitalmente y de efectos especiales muy poco logrados, con los que deshace todo lo bueno que había prometido antes.

No es simplemente un problema de falta de recursos técnicos o presupuestarios, es de falta de criterio. La mayoría de esas escenas donde los efectos están mal diseñados o materializados podrían no estar, o resolverse de otra forma más humilde y efectiva como -de hecho- lo hace en varias de sus momentos mejor logrados.

Con todos sus problemas, siempre merece alguna mención el cine nacional que se atreve a cruzar sus límites habituales. Bruja lo hace. Hasta cuando falla abre posibles caminos que siguientes películas pueden recorrer con pasos más firmes y llegar a mejores resultados.