Brooklyn

Crítica de Jorge Luis Fernández - Revista Veintitrés

Corre el año 1951. Como muchos de sus compatriotas, Eilis Lacey (Saoirse Ronan) es forzada a emigrar de Irlanda a la América (léase, Nueva York, Brooklyn, la tierra de las oportunidades), un poco a instancias de su hermana mayor pero, sobre todo, por las raleadas demandas laborales en la Europa de posguerra. Así las cosas, Lacey abandona al desesperanzador poblado de Enniscorthy en un barco que pone proa rumbo a Brooklyn; allí toma una habitación en una boarding house, suerte de antepasado de los bead & breakfast, y pese a la buena camaradería, su nueva vida estará siempre al acecho por los fantasmas del exilio. Otra producción del ahora prolífico Irish Film Board, con guión de Nick Hornby (Fiebre en las gradas, Alta Fidelidad, About a Boy) sobre una novela homónima del irlandés Colm Tóibín, y con protagónico oscarizado de Ronan (una promesa de 21 años que dio lustre a opacas superproducciones como Atonement, The Host y Byzantium), Brooklyn es una dramatización suave, un giro no sin encanto acerca de un tema conocido.